Venus no parece un lugar muy prometedor para albergar vida, ya que en su superficie la temperatura puede superar los 400ºC y los vientos alcanzan velocidades de cientos de kilómetros por hora. Pero hay una región donde las condiciones son realmente parecidas a las que hay en la Tierra. Es por ello que, una compañía privada llamada 'Rocket Lab' ya está trabajando en lanzar una misión para buscar vida en Venus. Planean enviarla tan pronto como en 2023.
En el pasado Venus fue un planeta habitable, con ríos, lagos y océanos. Sin embargo, un calentamiento global descontrolado, impulsado por procesos geológicos, provocó un efecto invernadero tan drástico que convirtió al planeta en una especie de olla a presión.
La atmósfera de Venus es el aspecto clave
El objetivo es explorar una región de la atmósfera, situada a unos 50.000 metros de altura, en la que las temperaturas y las presiones son sorprendentemente benignas hoy en día. En los años veinte se descubrió la presencia de sitios en la atmósfera que absorbían hasta un 40% más de radiación ultravioleta que las regiones de alrededor, sin que se supiera por qué. En 1967, el astrónomo Carl Sagan, entre otros, propuso que el origen de estos lugares podría estar en microorganismos con capacidad de absorber luz en ese rango de longitud de onda.
Agua y temperaturas benignas
Observaciones posteriores han mostrado que a una altura de 47,5 a 50,5 kilómetros hay regiones habitables, tal como propuso un estudio publicado en 'Astrobiology'. Allí la presión oscila entre las 0,4 y 2 atmósferas y la temperatura se sitúa entre los 0 y los 60ºC.
Además, la historia del planeta ha permitido que en la atmósfera todavía haya vapor de agua, así como dióxido de carbono, ácido sulfúrico y radiación ultravioleta en abundancia, todos ellos posibles fuentes de nutrientes y energía para los microorganismos. Esos microorganismos podrían ser similares a bacterias del azufre, que en la Tierra viven en entornos muy ácidos y absorben rayos ultravioleta.
Misión de gran expectación mundial
Para Beck, el hecho de que una compañía privada lograse llevar a cabo una misión interplanetaria ya es un importante mensaje para el resto del mundo. Además, un éxito en esta empresa sería la demostración de un sistema de lanzamiento capaz de abaratar los costes hasta diez veces. Recientemente, la compañía consiguió un contrato con la NASA para lanzar un satélite a la Luna a comienzos de 2021.
Al margen de 'Rocket Lab', la exploración de Venus está volviendo a despertar mucho interés entre las agencias espaciales, que están preparando varias misiones para las próximas décadas.