Por si la pandemia no fuera ya bastante problema, los fenómenos naturales amenazan con contribuir al clima de desesperación por el que estamos pasando. Parece como si la Tierra se hubiera hartado de todos y tuviera un plan para hacernos frenar en seco. Si la llegada del Covid-19 ha supuesto la pérdida de muchas vidas ahora una nueva amenaza se cierne sobre nosotros. Más concretamente sobre Granada.
Fue el pasado mes de febrero cuando la Junta de Andalucía comunicó su intención de crear un plan especial de emergencias para actuar frente a la llegada de un tsunami. A priori esta idea podría haberse tomado por descabellada, pero el 2020 ha demostrado tener más de una sorpresa bajo la manga y no está mal estar prevenidos.
Tal y como apuntan desde el digital 'Ideal', el Gobierno andaluz lleva tiempo trabajando sobre el potencial peligro que hay en la vertiente atlántica —desde las costas de Portugal a Trafalgar— de sufrir un tsunami. Esta opción se baraja teniendo en cuenta los terremotos que podrían producirse en el mar y que podrían provocar un tsunami que llegara hasta Granada.
«Hay algunos terremotos en el Mar de Alborán o la costa de Argelia susceptibles de provocar un tsunami en la costa granadina» explica Mercedes Feriche, investigadora responsable del área de Prevención y Riesgo Sísmico del Instituto Andaluz de Geofísica. A pesar del pánico que esta idea puede provocar, Feriche tranquiliza asegurando que «históricamente hay pocos datos» porque hasta ahora «no ha habido ninguno, excepto el que se originó en la costa de Argelia y afectó a algunas embarcaciones en un puerto de Baleares».
La tarea de predecir la llegada de un tsunami a Granada es bastante complicada porque existen muchos factores como «el tamaño del terremoto, si es muy superficial, dónde se haya producido, qué tipo de falla sea» explica Mercedes Feriche. El hecho de que no haya un histórico de datos al respecto dificulta más el estudio y la única forma de poder predecir la llegada de un tsunami requiere de modelos matemáticos que ya se están llevando a cabo en un departamento de la Universidad de Málaga.
Pero no solamente los terremotos que se producen en el mar de Alborán pueden terminar desembocando en un tsunami que afecte a la ciudad andaluza. Según señala la investigadora también puede provocarlo «grandes desprendimientos de tierra en la costa» a manos del hombre o por causas naturales. «Si hubiera un gran terremoto en la costa de Italia o incluso en la de Grecia, dependiendo del tamaño de dicho terremoto o del tsunami podría llegar de refilón a la costa granadina» opina Feriche.
Gracias a las nuevas tecnologías, hoy en día podemos conocer en tiempo real el momento exacto y magnitud en que se produce un terremoto. Tener conocimiento de donde está el epicentro garantiza poder predecir la llegada de un tsunami. «La primera señal es que se siente un fuerte terremoto. En segundo lugar, si los datos indican que el terremoto tiene epicentro marino, con tranquilidad se debe ir a un punto del terreno más alto donde no alcance el tsunami» explica la investigadora.