Nerea, la niña de 14 años fallecida por un error médico: ‘Que la vea todo el mundo’

El caso de la muerte de Nerea debido a varios errores médicos sigue trayendo cola. La menor, de 14 años, falleció el pasado 13 de marzo en Cádiz por una meningitis meningocócica que fue diagnosticada dos días después de lo debido.

La enfermedad que sufría fue confundida con una situación que se alejaba mucho de la realidad. Nos referimos a que la menor estuviese afectada por las drogas.

Además, también se trató su caso como una posible agresión sexual, y después de esa concatenación de errores, finalmente fue demasiado tarde para salvarle la vida y acabó muriendo.

La tragedia de Nerea, fallecida por meningitis a causa de un erróneo diagnóstico

El digital El Español ha hablado con los padres de Nerea, Plácido González y Caridad Fernández. Ambos han puesto el grito en el cielo en la localidad donde viven, Sanlúcar de Barrameda.

Aseguran que, al igual que su hermana Tania, están "destruidos, derrotados porque la hemos perdido a ella para siempre y también se ha llevado nuestra felicidad".

Su padre aseguraba que "el sueño de su hija era trabajar con su hermana y abrir juntos un centro de estética. Tenía 14 años, estaba empezando a vivir y acababa de empezar a salir con el niño que le gustaba", lamentaba su padre.

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Nerea fue a Urgencias del Hospital Virgen del Camino de Sanlúcar a primera hora del 10 de marzo. "Tenía fiebre, dolor de cabeza, vómitos, mareo, rigidez en la nuca y un lenguaje ininteligible".

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A partir de ahí, hubo una serie de errores que acabaron con su vida y con la alegría de esta familia que llora la inexplicable muerte de Nerea.

Le realizaron una analítica de sangre y de orina "porque, según la doctora y la enfermera que la atendieron, parecía tener síntomas de estar drogada".

"Le hicieron tres veces las pruebas de drogas. No se contentaron con una: le hicieron tres. Eso fue lo que le hicieron en el hospital de Sanlúcar", lamenta Plácido.

Parece que del centro donde estudiaba Nerea habían atendido a alumnos por consumo de drogas. "Los porritos, los porritos, y las pastillas. Eso lo dijo un sanitario al enterarse de que Nerea, en el estado en el que llegó, iba a ese instituto", cuentan los padres de la fallecida.

Preguntada por los médicos si había consumido sustancias, esta lo negaba, pero insistían desde el hospital. Y lo peor, "fue obligada sin su voluntad a que se le extrajera la orina mediante sonda, ocasionándole un enorme daño innecesario".

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"No puedo entender cómo no vieron en los análisis que tenía hasta 5 parámetros alterados. Con unos conocimientos mínimos, la interpretación claramente es que estaba siendo víctima de un proceso infeccioso que afectaba a su sistema nervioso central", expone el abogado.

Al cabo de las horas, y tras considerar, de nuevo por error, que podía haber sido violada, Nerea "empieza a convulsionar. Presenta rigidez generalizada y pierde la conciencia, sufriendo una parada cardiorrespiratoria. Tiene que repetir las pruebas por un error".

El 11 de marzo, Nerea sufre una parada cardíaca y otra más "como consecuencia del paso de un cuadro de sepsis a un cuadro de shock séptico". Nerea acaba siendo trasladada al Hospital Universitario Puerta del Mar en Cádiz.

"Es cuando empiezan las prisas. Ahí, la doctora de Urgencias se da cuenta de que la situación se le ha ido de las manos y de que lo había hecho todo mal", asegura su padre.

Por desgracia, el 13 de marzo, los médicos comunican que ha sufrido un fallo multiorgánico y muerte encefálica. Ahora, la familia reclama 201.820,56 euros contra la Consejería de Salud y Consumo del SAS, por lo sucedido en el Hospital Virgen del Camino.

"Esto no nos la va a devolver. Esto lo hacemos para que paguen por lo que han hecho. Que les quiten el título, que no vuelvan a ejercer y que esto no le ocurra a nadie más", lamentan de forma desgarradora.