El pasado lunes, Paqui no respondía a las llamadas. Tras varios intentos de hablar con ella, su hermano decidió acercarse a su casa. Pero ella no abrió la puerta.
Según informa Nius Diario, el hombre tuvo que entrar por una terraza contigua para poder ver que ocurría. Al acceder a la vivienda encontró a su hermana de 70 años, inconsciente tirada en el suelo. Cogió el teléfono y llamó al 112.
Cuando llegaron los servicios de emergencia determinaron su fallecimiento. Ella no daba señales de vida. Los hechos ocurrieron en el municipio granadino de Almuñécar.
Llamó a emergencias de inmediato
Tras el aviso, los sanitarios se trasladaron rápidamente al domicilio para atender a la víctima. Al llegar, según informa el Ideal los médicos, siguiendo el protocolo, comprobaron todas las constantes vitales de la paciente. Parecía que no tenía pulso.
Los profesionales advertidos por los resultados determinaron su fallecimiento. La mujer parecía no respirar y ellos no le escuchaban el corazón. Tenía el pulso tan bajo que parecía que había muerto.
Tras darla por fallecida, los servicios de emergencias avisaron a la Policía. Con ellos comenzó el proceso judicial que permitiría levantar el cadáver. Mientras se producía, avisaron a la funeraria para que fuese a retirar el cuerpo una vez finalizado el proceso.
No existía duda, la mujer de 70 años había fallecido. Tras el anuncio, la Guardia Civil junto a los médicos forenses llegaron al domicilio para proceder a realizar el levantamiento. Pero la situación cambió de repente.
El giro más inesperado
Los encargados de este proceso presenciaron un milagro. Mientras examinaban el cuerpo, detectaron que la mujer respiraba. En ese momento, según explica el Ideal, los médicos decidieron inyectarle adrenalina para que pudiera recuperar las constantes vitales.
Ante el estupor de los profesionales, la mujer fue trasladada de inmediato al hospital Santa Ana de Motril. Allí se encuentra ingresada y con vida en la unidad de cuidados intensivos.
Ahora, la vecina de Almuñécar, lucha por una vida que sus familiares pensaron que había perdido. Un hecho insólito, que aunque parezca de película, ha ocurrido esta semana en Granada.
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