La líder del movimiento para legalizar la inseminación post-mortem en Portugal anunció el pasado lunes que está embarazada de su marido fallecido en 2019. Ángela Ferreira compartía su noticia tan "deseada" con todos sus seguidores a través de Instagram. Su pareja antes de marcharse dejó por escrito su deseo de ser padre.
Tras morir su marido de cáncer, Ferreira comenzó a luchar para conseguir que este tipo de inseminación fuese legalizada en su país. Finalmente, la joven ganó la batalla y su petición entró en vigor en 2021. Dos años después, la líder de este movimiento puede afirmar que, junto a su marido, van a ser padres.
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La mujer puede ser inseminada con el material genético de su pareja fallecida
Antes de morir, Hugo dejó por escrito una carta en la que exponía su explícito deseo de que su mujer quedase embarazada por él. Esto sucedería gracias al semen que había crio preservado todavía en vida. Pero este tipo de inseminación artificial no era legal en Portugal.
Al poco tiempo, Hugo fallecía de cáncer, pero su mujer no decayó. Ángela Ferreira comenzó una batalla legal para conseguir legalizar la inseminación post-mortem. Esta fecundación consiste en la introducción del material genético del varón, tras su fallecimiento, en el aparato reproductor femenino.
Su historia fue divulgada en 2020 en un documental de la cadena portuguesa TVI. Tal fue el impacto de la serie que consiguió movilizar a más de 100.000 personas para que firmasen una petición para discutir la propuesta en el Parlamento.
Y así fue, la inseminación post-mortem se convirtió en un tema de estado. Tras varios proyectos de diferentes partidos, y sufriendo un veto presidencial de por medio, consiguieron legalizarla en noviembre del 2021. Dos años después del fallecimiento de Hugo.
Momento perfecto para que Ángela Ferreira llevase a cabo el deseo de ambos. Puesto que, la norma permite que una mujer sea inseminada con el material genético de su pareja fallecida en un periodo de entre seis meses y tres años tras la muerte. Esto podrá realizarse únicamente "en los casos de proyectos parentales expresamente consentidos".
Esta inseminación solo está permitida en cinco países europeos
Así, Portugal se une a la corta lista de países de la Unión Europea donde llevar a cabo esta práctica está permitido. A día de hoy, además de este nuevo país, solo es legal en Inglaterra, Países Bajos, Grecia o España, siempre que conste el consentimiento del padre antes de morir. Sin embargo, países como Suiza, Alemania o Francia tienen prohibido esta forma de inseminación artificial.
Tras tomar la decisión, si el proceso finaliza con el nacimiento de un bebé a nivel legal, será considerado hijo del fallecido. Es por ello, por lo que la joven portuguesa celebra el logro de su embarazo tras años de lucha. En su perfil de Instagram recuerda con un emotivo vídeo a su marido afirmando que por fin lo han conseguido.