Hace unos días los clientes que estaban disfrutando de los restaurantes de una zona de la playa de Marbella descubrieron un macabro hallazgo. El cuerpo de una mujer fue visto flotando en el mar. Las olas arrastraron al cadáver hasta unas rocas.
Allí las personas que estaban presentes descubrieron algo todavía, si cabe, peor. La mujer se encontraba desmembrada. El cuerpo carecía de cabeza y manos y tenía una raja en el abdomen.
La identificación del cuerpo resultaba una hazaña compleja. Debido al estado del cadáver, no se podía realizar una prueba de huella dactilar.
Sin embargo, este pasado lunes fue detenido el asesino. Todo fue gracias al hermano de la víctima. El familiar acudió a la Policía para afirmar que la persona hallada se trataba de su hermana.
Denuncia de la familia
Pudo reconocer el cuerpo gracias a un vídeo que vio en las redes sociales sobre el momento del hallazgo. El hermano proporcionó alguna información sobre quién era su hermana y también expresó que la mujer habría sido víctima de violencia de género.
Además, fue la propia familia quien interpuso una denuncia con su maltratador, al cual se le terminó imponiendo una orden de alejamiento. Sin embargo, el hombre se había saltado la prohibición repetidas veces.
Asimismo, existían dos investigaciones paralelas. Por un lado, estaba la de la Guardia Civil, que investigaba el caso de la persona aparecida en el mar descuartizada.
Por el otro lado, estaba la Policía Nacional. Esta seguía la pista de la desaparición de una mujer de 46 años, de nacionalidad colombiana, en esas mismas fechas.
La última pieza del caso se resolvió y el asesino terminó confesando el crimen
El día que se encontró el cuerpo mutilado, el Servicio de Criminalística de la Guardia Civil procedió a realizarle una prueba de ADN. Una vez conseguidos los resultados se ha podido confirmar que el cuerpo pertenece a la mujer desaparecida de 46 años, llamada Natalia.
Paralelamente, tras las declaraciones del hermano, la Policía Nacional tiró del hilo de la pista que le había proporcionado y finalmente terminó deteniendo al sospechoso el lunes por la mañana. El detenido confesó que mató a su expareja, que la descuartizó y posteriormente arrojó al mar su cadáver mutilado.
El resultado de la prueba de ADN ha terminado vinculando ambos casos y todas las piezas han sido encajadas. De igual manera, tras las pesquisas de la Policía también se ha detenido a un amigo del culpable por su presunta participación en el caso.
La titular del Juzgado de instrucción número 5 de Marbella ha decretado prisión para el autor confeso del crimen. Se trata de Leonel, es colombiano y tiene 45 años.
Una de las hipótesis que se barajaron en un primer momento era la posibilidad de que el cadáver encontrado fuera el de una mula. Así es como apodan, en el mundo del narcotráfico, a las personas que utilizan su cuerpo para transportar droga. Se consideró esta opción por la raja que presentaba la mujer en el abdomen.
Confirmado: violencia de género
Lo que se contempló era que la mujer podría haber fallecido debido a la rotura de alguna cápsula de cocaína que tuviera dentro. Entonces, los narcotraficantes le habrían extraído la droga y posteriormente se habrían deshecho del cuerpo.
No había más indicios que reforzaran la hipótesis aparte de la raja que presentaba y del historial que tiene la provincia. En 2010 encontraron en Ojén el cadáver de un hombre que también tenía un corte en el abdomen. La víctima estaba tenía la herida cosida con hilo de pescar y anteriormente le habían sacado la droga de dentro.
Por otro lado y más recientemente, en 2017, hallaron entre Estepona y Jubrique otro cadáver. En este caso la víctima estaba carbonizada y también tenía cocaína dentro de su cuerpo.
Sin embargo, el fatal crimen de Marbella ha vuelto a resultar ser un nuevo y horrible caso de violencia de género.
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