La Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) está de luto por la repentina muerte de Jordi García Orellana, a la edad de 51 años. El profesor falleció el martes de manera súbita mientras se encontraba de viaje por una investigación. Había viajado al Mar Menor en compañía de dos alumnas que le ayudarían con la investigación.
Dos alumnas de doctorado del departamento de Física de la UAB se encontraban de viaje con el profesor fallecido. Fueron testigos del repentino fallecimiento de García Orellana. El profesor nacido en Maó en 1971 era todo un referente en el departamento de física de esta prestigiosa institución.
La prematura pérdida del profesor García Orellana ha provocado una profunda conmoción en la institución académica. El menorquín era un referente en el campo de las Ciencias Ambientales. Además era un docente muy implicado con la evolución académica de sus alumnos, y por lo tanto muy querido.
Una larga carrera como investigador
Jordi García Orellana formaba parte del departamento de Física de la UAB y del Institut Menorquí d’Estudis (IME). En el instituto menorquín integraba la sección de Ciencia y Técnica. Su vocación era la docencia, actividad que compaginaba con el secretariado del Instituto de Ciencia y Tecnología Ambientales.
El profesor García Orella se especializó en la aplicación de radionucleidos en el estudio de los procesos ambientales en el medio terrestre y marino. Se trata de un tipo de átomos con exceso de energía nuclear aplicado a estos procesos. El docente dedicó muchos años a la investigación en ese campo.
El profesor Jordi García Orellana se doctoró en Física el año 2004 con una tesis sobre la distribución y la transferencia de elementos químicos en el Mediterráneo. Su tesis analizaba elementos como el cesio, el plutonio y el plomo en las aguas. Fue en Menorca donde el físico inició su carrera como investigador.
Muy vinculado a su territorio
Durante su trayectoria como investigador, Jordi siguió muy vinculado al territorio de Menorca y eso se reflejó en sus trabajos. Fue el impulsor de los estudios de física aplicada a la arqueología en Menorca, con la caracterización y datación de cerámicas. Colaboró además en otros trabajos ambientales.
Por ejemplo, la descarga de aguas dulces subterráneas en las costas de la isla y el proyecto EHRE en el puerto de Maó. En la actualidad estaba muy implicado en la docencia, el grado de Física y Ciencias Ambientales de la UAB. Era codirector de tesis doctorales, un trabajo que le apasionaba.
En sus redes sociales se mostraba siempre atento a los logros académicos de sus alumnos, motivo por el cual era un docente muy querido. También seguía de cerca la actualidad sobre los temas ambientales, en particular sobre el Mediterráneo. Temas como la proliferación de microplásticos captaban su atención.
Ha muerto haciendo lo que le gustaba
La última aventura le había llevado hasta el Mar Menor, donde realizaba una investigación sobre la supervivencia del ecosistema. Se desconocen las causas exactas de la muerte del profesor, aunque todo apunta a causas naturales. Mañana recibirá el último adiós en un funeral en Barcelona.
El profesor menorquín murió haciendo lo que más le gustaba, investigando sobre los temas ambientales. El Mar Menor se había convertido en una de sus últimas obsesiones más allá de Menorca. Hay que recordar que ese territorio de la Región de Murcia se encuentra en plena amenaza medioambiental.
Tras la repentina muerte del profesor varias instituciones han mostrado sus condolencias en las redes sociales. Es el caso del CB La Salle Maó, el club de baloncesto en el jugó Jordi en todas las categorías de formación. “Hemos recibido la triste noticia del fallecimiento, dejó un gran recuerdo”, apuntan.