Fallece el menor que se precipitó el pasado martes desde el balcón de su casa mientras sufría alucinaciones a causa de unas fiebres muy altas. El niño, de 12 años de edad, se encontraba junto a su familia en el domicilio. La vivienda está situada en un segundo piso en Mijas (Málaga).
Fueron sus padres quienes llamaron a emergencias alertando de lo ocurrido. Simultáneamente, varios testigos también avisaron al 112 tras percatarse del siniestro. El menor fue atendido en el lugar de los hechos por los servicios sanitarios, quienes decidieron trasladarlo de urgencias al Hospital Materno Infantil de Málaga.
El niño ingresaba muy grave en la Unidad de Cuidados Intensivos, donde ha permanecido estos días. El pequeño había sufrido un politraumatismo a consecuencia del impacto. Finalmente, fallecía en la mañana de ayer miércoles tras no haber podido sobrevivir a la gravedad de sus lesiones.
NOVEDAD WHATSAPP: Pincha aquí para recibir GRATIS los sucesos de España en WhatsApp
El menor sufrió un politraumatismo grave
Los hechos ocurrían el pasado 21 de marzo, en torno a las 00:50 horas. Un niño de 12 años se precipitaba en caída libre desde el balcón de su propia casa. Según informaron fuentes del servicio de emergencias, momentos antes del suceso, el menor presentaba un cuadro de fiebre muy alta y estaba delirando.
Desde el servicio de emergencias de Andalucía, movilizaron de inmediato a efectivos de la Guardia Civil, de la Policía Local y a los servicios sanitarios. Al llegar, los médicos atendieron al menor, quien se encontraba muy grave. Ante esa situación prefirieron trasladarlo rápidamente en ambulancia al Hospital Materno Infantil de la capital malagueña.
Allí ingresó en la UCI con un politraumatismo grave que hacía peligrar su vida. Desde su llegada, los médicos hicieron todo lo posible por salvarlo, pero no lo lograron. Sus lesiones eran tan graves que no le permitieron seguir adelante.
Por el momento, se desconoce si el delirio febril ha sido la causa que llevó al pequeño a precipitarse por el balcón. Estos episodios suelen provocar cambios graves en el proceso normal de envío y recepción de señales en el cerebro, al estar más vulnerable por la fiebre.