Escalofriante suceso el ocurrido en Texas, donde un repartidor secuestró y mató a una niña de 7 años a la que llevaba un regalo. El joven ha reconocido los hechos y ha explicado a la policía lo ocurrido. Dice que la golpeó accidentalmente con la furgoneta, entró en pánico y acabó estrangulándola.
Tanner Lynn Gorner, de 31 años, está acusado del secuestro y asesinato de la niña Athena Strand. La niña resultó herida cuando el repartidor de FedEx la atropelló en la entrada de su casa, donde iba a realizar una entrega. El conductor, asustado por lo que le podría ocurrir, la metió rápidamente en su furgoneta.
Una vez dentro del vehículo intentó hablar con ella, le preguntó su nombre y le pidió que no dijera nada a sus padres. Según ha reconocido el propio conductor, la niña no estaba herida de gravedad. Finalmente, ante el temor a que la niña hablara, acabó con su vida con sus propias manos.
Hallada muerta dos días después
Athena fue encontrada muerta el 2 de diciembre, dos días después de que denunciaran su desaparición. Fue vista por última vez en casa de su padre y de su madrastra en Paradise, cerca de Dallas. La investigación acabó llevando hasta Horner, el repartidor que ese día había estado en la casa.
Había llegado para entregar un paquete con una caja de muñecas que le habían regalado a la niña. Al dar marcha atrás con la furgoneta para irse, sintió un golpe seco y salió a ver qué pasaba. Al ver a la niña tendida en el suelo entró en pánico, la metió en la furgoneta e intentó comprar su silencio.
Temeroso de lo que pudiera sucederle, decidió matar a la niña intentando romperle el cuello. No lo consiguió, y entonces la estranguló con sus propias manos en la parte trasera de la camioneta. Cuando los agentes fueron a su casa, reconoció inmediatamente los hechos y les llevó hasta el cadáver.
Acusado de secuestro y asesinato
Horner fue detenido y acusado de asesinato y secuestro, cargos por los cuales el juez ha decretado prisión provisional. El hombre ha ratificado su confesión, pero asegura que actuó por miedo, movido por un impulso. A la espera de juicio, todas las pruebas dejan clara su autoría sobre los hechos.
Maitlyn, la madre de Athena, ha explicado que el paquete que el repartidor llevaba ese día era un regalo “para una niña increíble”. Dentro había una casa de Barbies con el mensaje “puedes ser cualquier cosa”. Ahora lamenta entre lágrimas que le hayan robado la posibilidad de ver crecer a su hija.
Desde el principio, la entrega de ese paquete levantó sospechas entre los investigadores. Fue el hilo del que empezaron a tirar, y gracias a la colaboración de la empresa FedEX consiguieron saber quién conducía la furgoneta. Además, el vehículo estaba equipado con una cámara de seguridad.
En plenas vacaciones de Navidad
Gracias a la grabación pudieron confirmar que era ese joven quien realizaba el reparto. En las imágenes también aparecía una niña que se parecía mucho a Athena y con la que Horner había hablado. Eso les llevó a efectuar la detención del sospechoso, que admitió en seguida lo que había hecho.
La niña estaba pasando unos días en casa de su padre y su madrastra, aprovechando las vacaciones de Navidad. Su madre decidió sorprenderla enviando un regalo muy especial mediante un mensajero. Poco podía sospechar que sería ese repartidor el que acabaría con la vida de su hija.
Athena debía volver a su casa después de Navidad. “Ahora, en cambio, será incinerada y volverá a casa en una urna porque ni siquiera estoy lista para dejar ir a mi bebé”, clamó esta madre destrozada. Su único consuelo es que el hombre que la mató pase el resto de sus días entre rejas.