El fútbol español llora la pérdida a los 43 años de Eduardo Navarro Soriano, exportero del Numancia y el Huesca. Fuentes del propio club numantino han confirmado el triste fallecimiento “tras una larga enfermedad”. Edu Navarro militó en varios clúbes y disputó un total de 250 encuentros en la Segunda División.
El guardameta aragonés se formó en la cantera del Stadium Casablanca de Zaragoza, y vistió la camiseta de varios equipos. Entre ellos el Figueruelas, el Binéfar, la Unió Esportiva Lleida, el Barbastro, el Huesca, el Numancia y el Utebo. Todos ellos lloran hoy la muerte de este histórico portero.
El Utebo Fútbol Club fue la última entidad en la que militó el guardameta como futbolista en activo. Después pasó a entrenar a los porteros de la cantera del Real Zaragoza. Su muerte ha causado una profunda conmoción sobre todo en el club numantino, que ha trasladado su pésame en un comunicado.
Quién era Edu Navarro
Eduardo Navarro Soriano, más conocido como Edu Navarro, ha fallecido este jueves a los 43 años debido a una larga enfermedad. Actualmente era entrenador de porteros del Deportivo Aragón, el filial del Zaragoza. Como jugador en activo acumuló casi 350 partidos en Segunda y Segunda B.
Especialmente destacado fue su paso por el Huesca y el Numancia, clubes donde dejó una gran impronta como jugador y un gran recuerdo como persona. Navarro estaba casado y era padre de dos hijos, Marcos y Jaime, de 8 y 11 años. Su fallecimiento ha causado una profunda devastación en su entorno.
Varias entidades deportivas han mostrado su pésame en redes sociales apenas conocerse la triste noticia. Edu Navarro formaba parte de la historia reciente del fútbol español, con una dilatada trayectoria en multitud de equipos. Una carrera que ahora vuelven a recordar tras su desgraciado fallecimiento.
Una trayectoria impecable
Edu Navarro pertenecía a la generación del 79 del fútbol aragonés, junto a nombres muy destacados como Fernando Ponz, Jaime Amat, Dani Bernal o Luja Hualde. Se puso los guantes por primera vez con el colegio Miraflores. Luego militó en el Stadium Venecia y el Stadium Casablanca.
Fue allí donde completó su etapa formativa hasta llegar a la División de Honor juvenil. De allí dio el salto a la Segunda B con el Figueruelas que entrenaba Paco Rúa. Su papel fue decisivo para conseguir el ascenso al parar un penalti en el último partido, motivo por el cual le recuerdan con mucho cariño.
Más tarde defendió la camiseta del Binéfar, club en el que también guardan de él un grato recuerdo. Su trayectoria siguió como portero del Lleida, entidad en la que estuvo cuatro temporadas. Después volvió a Aragón como portero del Barbastro, paso previo a vestir la zamarra del Huesca.
Portero por vocación
El propio Eduardo Navarro explicó en una ocasión que se había hecho portero por influencia de su hermano, que también era guardameta. Fue él quien le animó a ponerse debajo de los palos, y pronto vio que valía para eso. Fue a partir de entonces cuando inició su etapa formativa y una carrera de éxito.
Especialmente destacado fue su papel en el Huesca, donde disputó 33 encuentros en la temporada del ascenso a Segunda División. Luego disputó otros 37 partidos ya en la categoría de plata del fútbol español. Su siguiente salto fue al Numancia, donde jugó 79 partidos en Segunda División.
Disputó su último partido como profesional con la camiseta del Utebo, pero nunca dejó el mundo del fútbol. Pasó a entrenar a los porteros del Deportivo Aragón con Iván Martínez y Emilio Larraz. Tras su muerte, los que le conocieron destacan su exitosa trayectoria deportiva y su gran valía personal.