El mundo de la cocina se viste de luto por la trágica e inesperada muerte del chef español Enrique Garcerán. El cocinero de 34 años ha muerto en un accidente de tráfico en Puerto Rico, donde residía desde hace años. Había alcanzado la cima de los fogones fusionando cocina mediterránea con caribeña.
El chef madrileño afincado en Puerto Rico desde 2018 falleció en un siniestro ocurrido la noche del martes en el país caribeño. Eran las 23:03 hora local cuando perdió el control de su vehículo. Estaba circulando por una de las avenidas principales de Ponce, municipio situado al oeste de la isla.
El coche se salió de la vía impactando contra un árbol y finalmente contra la verja de una residencia. El impacto fue tan brutal que tuvieron que excarcelar al conductor del vehículo convertido en un amasijo de hierros. La policía investiga las causas del accidente, que apuntan a un posible exceso de velocidad.
Madrileño en Puerto Rico
La muerte del chef Enrique Garcerán González a los 34 años ha provocado una profunda consternación en Ponce. Esa fue la ciudad que lo acogió en 2018, cuando emprendió una nueva etapa profesional en Puerto Rico. Varios profesionales de la cocina han manifestado su conmoción al conocer la noticia.
Enrique se formó como cocinero en la escuela Cordon Bleu de Madrid, y empezó a recorrer el mundo ofreciendo su conocimiento en el arte culinario. Hizo de chef en Bolivia, Bangkok, Londres y República Dominicana, y se especializó en la cocina tailandesa. Más tarde, incorporó también la cocina caribeña.
Si por algo se caracterizaba era por su pasión por los fogones y su talento a la hora de combinar diferentes culturas culinarias. Lo suyo era la cocina fusión, que en 2018 le llevó a asumir el reto de su vida. Se puso al frente de la cocina del restaurante Baleares Hotel Meliá en Ponce, Puerto Rico.
Padre de dos niños
La muerte de Enrique Garcerán es también una tragedia familiar, ya que estaba casado y era padre de dos niños. La policía está investigando ahora las circunstancias del siniestro que ha acabado con su vida. Conducía un Jeep Gladiator color gris recién estrenado por la avenida Juan Ponce de León.
Uno de los primeros en lamentar su fallecimiento ha sido Javier Bustillo, administrador del restaurante Níspero Asador, Vinos & Coctelería. Ese fue uno de los lugares donde trabajó el chef madrileño. “Nuestro más sentido pésame a sus familiares y amigos”, ha transmitido el empresario, al conocer la noticia.
“Tu pasión por la cocina”, añadió, “tu insaciable sed y amor por el trabajo te permitieron conquistar el corazón de tus comensales. Tu determinación y liderazgo te llevaron por todo el mundo, dejando una huella en cada continente que visitaste. Siempre te recordaremos y agradeceremos tu aportación a la industria gastronómica de Puerto Rico”.
Un chef que dejó huella
Desde el restaurante donde ejercía actualmente se muestran sobrecogidos por la muerte de su chef. “La mejor ruta a seguir es celebrar su vida y su legado, aun con el dolor de la pérdida”, manifestó el presidente del grupo, Abel Misla. Está claro que Garcerán dejó huella en su paso por Puerto Rico.
Fue precisamente Abel Misla Villalba quien, reconociendo el talento de Garcerán, le propuso hacerse cargo de su cocina hace cuatro años. Su intención era aprovechar los conocimientos del chef madrileño para ofrecer una gastronomía distinta. Quería aportar un valor nuevo al ecosistema turístico de la isla.
Aficionado al sur y al motociclismo, Enrique se enamoró de la isla a primera vista y aceptó la oferta. “Este es mi sitio, aquí es donde quiero estar, aquí está todo lo que necesito”, le dijo a su nuevo jefe. Además de demostrar un gran compromiso con el trabajo, ayudó a formar una nueva generación de cocineros que seguirán su estela.