Impactante suceso en La Ràpita, en la provincia de Tarragona. La familia de un niño de 15 años de la capital del Montsià denuncia que su hijo se ha intentado suicidar por ser víctima de burlas en su escuela. La noticia llega apenas una semana después de la tragedia de Sallent, donde dos niñas de 12 años se suicidaron a causa del bullying que sufrían en su escuela.
Según avanza EFE , el niño se lanzó el pasado lunes desde el balcón de un cuarto piso. El adolescente, que sufre un grado leve de autismo, está hospitalizado en estos momentos. El niño, llamado Pol, está vivo «de milagro», según su familia.
«Miraculosamente ha sobrevivido a una caída de 14 metros», dice su padre Joan Gual a través de una carta en las redes sociales. «Tiene brazos, piernas y dos costillas rotas, además de una vértebra rota», explica.
El padre lo denuncia en las redes sociales
«No sé ni por dónde empezar. Mi esposa y yo estamos pasando los peores días de nuestra vida. El niño tiene un grado de autismo y de dificultades para relacionarse con la gente. Pero es muy inteligente y se entera de todo lo que sucede a su alrededor», dice el padre.
«Vivimos en un mundo donde se aplaude a la mala gente ya las personas sensibles, nobles y con buen corazón tienen las de perder», dice. El padre considera que su hijo no era víctima «directamente» de acoso, pero considera que «hay muchas formas de hacer sentir mal a las personas. Todo suma».
Según el padre, se referían al niño como « este tío es raro », «mira cómo se mueve» o «no se relaciona con nadie».
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Con Sallent en la retina
El niño, de 15 años, intentó suicidarse el lunes 20 de febrero. Solo 72 horas después del suceso de Sallent, en la provincia de Barcelona, donde dos niñas de sólo 12 años intentaron suicidarse. Una de las pequeñas, gemelas, murió y la otra está todavía en estado grave en el hospital Parc Taulí de Sabadell.
Junto al balcón a través del cual se lanzaron los Mossos de Esquadra encontraron dos cartas y dos sillas. Razón por la que descartaron rápidamente la vía criminal y abrieron la hipótesis de la muerte voluntaria. Días después, los Mossos confirmaron que se trataba de un suicidio.
Una de las niñas había pedido a la escuela que se dirigieran con nombre de chico y este habría sido uno de los detonantes para que la niña, acompañada de su hermana, quisiera suicidarse.