“Hasta cuándo voy a tener que vivir con miedo de que me pueda pasar algo, a mi y a mi familia, mientras mi agresor sigue campante por la ciudad”. Era el mensaje desesperado de Luz Raquel Padilla, una madre de 35 años. Llevaba tiempo siendo objeto de amenazas por parte de un vecino.
El sábado pasado, un grupo de varias personas vertió sobre ella dos bidones de alcohol y le prendieron fuego en Guadalajara, México. Sufrió quemaduras en el 90% de su cuerpo, que le provocaron la muerte el martes de esta semana. La policía investiga si ese vecino podría estar detrás.
El origen de todo parece ser una disputa vecinal porque el hijo de Luz Raquel, afectado de autismo, molestaba al vecino con sus ruidos. Sin embargo, según la fiscalía no hay ningún elemento que permita ubicar al sospechoso en el lugar de los hechos. El caso ha obtenido un gran eco social.
La quemaron viva sin piedad
Luz Raquel Padilla, de 35 años, era madre de un niño de 11 enfermo de autismo y epilepsia. Debido a sus afecciones sufría convulsiones constantes y causaba ruidos que molestaban a su vecino. Empezó entonces un infierno de amenazas que culminó hace tres meses en una grave agresión.
La joven mamá fue atacada con cloro de uso industrial en el tórax y decidió denunciar a su vecino por amenazas y lesiones. Hacía tiempo que tenía que ver las amenazas pintadas sobre las paredes de su casa. “Te voy a quemar viva” o “te vas a morir, machorra” rezaban algunas de esas pintadas.
A pesar de que reunió todas las evidencias para denunciar el caso y pedir protección, no consiguió salvar su vida. El sospechoso ha declarado ante la policía y están recabando más pruebas para poder incriminarle. Los vídeos y los testimonios podrían ser clave para esclarecer la autoría del ataque.
Le negaron la protección
Todo sucedió muy rápido el pasado sábado por la noche, en un jardín público a la vista de todos. Unos individuos se acercaron a ella deliberadamente y le prendieron fuego tras rociarla con alcohol puro. Murió tres días después en el hospital, víctima del odio pero también de la pasividad policial.
Además de una madre coraje que cuidaba sola de su hijo con autismo, Luz Raquel era una concienzuda activista feminista. “Entre todas nos cuidamos, la policía no nos cuida, yo sí les creo”, espetaba en uno de sus últimos vídeos. Su muerte ha provocado una profunda consternación en su entorno.
La joven militaba en el colectivo Yo Cuido México, y había pedido entrar en el programa ‘Pulso de vida’ que ofrece protección a las mujeres. A pesar de ser una mujer amenazada le denegaron la protección “por no ser causa suficiente”. Su muerte pone en evidencia el fallo del sistema policial y judicial.
Fue víctima de la violencia de género
Lo que se sabe por ahora es que la agresión fue cometida por al menos tres hombres y una mujer. La justicia ha prestado declaración al vecino sospechoso de los hechos, pero sin una firme convicción de apresarlo. Los colectivos sociales han atacado duramente al sistema judicial tras lo ocurrido.
Luz Raquel venía de una situación muy difícil, ya que tanto ella como su hijo fueron víctimas de la violencia intrafamiliar. Cansada de las agresiones, se separó de su expareja e inició una nueva vida sola con su niño. Empezó entonces su segundo infierno, esta vez a manos de su vecino.
Una persona con fobia hacia las personas autistas y sin ninguna clase de empatía se dedicó a hacerle la vida imposible. Las autoridades, lejos de apoyar a la mujer amenazada, le denegaron la protección. Ahora está muerta y hay un niño huérfano que ha quedado en manos de su abuela y su tía.
Un caso que conmociona a todo el país
“Exigimos justicia, pero no una justicia que restaure lo monetario, las reparaciones del daño solo van de detener al culpable y enjuiciarlo”. Es parte del comunicado del colectivo al que pertenecía la víctima. “La justicia hubiera sido garantiza la vida a Luz Raquel, pero no ha podido ser debido a las negligencias”.
La muerte de Luz Raquel Padilla aumenta la lista de feminicidios en un país donde la vida de las mujeres no vale nada. Cada día mueren asesinada una media de 11 mujeres, una cifra escalofriante que muestra su desprotección. En lo que va de año han muerto 479 mujeres en México.