Esta temporada de huracanes está siendo excepcional e histórica con récord de borrasca, muestra clara de los efectos negativos del cambio climático. Los dos últimos huracanes, o tormentas tropicales según el momento, han sido ‘Eta’ y ‘Iota’, que han golpeado con mucha fuerza Centroamérica. Uno de los países que más ha sufrido la devastación ha sido Honduras, que ahora pide «auxilio» al mundo por la grave situación y el número de víctimas desatendidas que sufre.
Así lo ha anunciado el presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, que afirma que su país está en una «gran calamidad» por el paso de las dos potentes tormentas tropicales. «Jamás el país había vivido este golpe tan fuerte de estos tres fenómenos, el de la pandemia y el de las dos tormentas", ha explicado Hernández a los periodistas extranjeros, destacando que no dan abasto para atender a las víctimas ni para construir todo lo destruido.
«Estamos en una situación de gran calamidad y necesitamos pedir el auxilio al mundo para nuestra gente que más lo necesita en este momento y también que nos ayuden a reconstruir el país», ha pedido a los medios extranjeros Hernández.
En este sentido, el presidente afirma que «no es posible seguir construyendo» el país cuando las lluvias lo vuelven a «destruir» todo en seguida, y exige a los países desarrollados que cumplan con la aportación de los fondos verdes para Centroamérica, deuda que, según Hernández, tienen «particularmente con Honduras». El gobierno del país ya ha anunciado medidas de ayuda a la población.
La destrucción y víctimas que deja el paso de ‘Eta’ y ‘Iota’ en Honduras se suma a las graves pérdidas sufridas ya este año por la pandemia de COVID-19, que ya ha dejado 3.000 muertos y más de 100.000 damnificados en este país centroamericano.
‘Eta’ y ‘Iota’ dejan casi 100 muertos
Según ja informado a la prensa el canciller de Honduras, Lisandro Rosales, el paso de los potentes ‘Eta’ y ‘Iota’ ha dejado al menos 91 muertos, 15 de ellos soterrados entre miércoles y este viernes, 20 de noviembre, así como nueve personasdesaparecidas y 3,4 millones de afectadas en mayor o menor medida. En concreto, ‘Eta’ provocó grandes lluvias, mientras que ‘Iota’ ha rematado todo con muchos deslizamientos de tierra.
Asimismo, hay 105.000 personas incomunicadas, otras 122.784 rescatadas y cerca de 35.000 viviendas dañadas o destruidas completamente. 37 puentes también se han venido abajo, otros 53 han sufrido «daños severos» y varios edificios públicos y escuelas también han quedado en mal estado. 242 carreteras han quedado destruidas. El gobierno de Honduras ya está en contacto con países del resto de Centroamérica y de más puntos del mundo para abordar la grave situación.
Crisis económica aún más difícil
Según el presidente de Honduras, el paso de las dos potentes tormentas y la crisis de la pandemia de COVID-19 han dejado el país en una situación económica «sumamente difícil», razón por la cual reitera un llamamiento a la población y a la comunidad internacional para «reponer» los daños materiales.
«Tristemente, lo que no podemos recuperar es la vida», ha lamentado Hernández, quien matiza que 98% de las víctimas mortales haya sido por grandes deslizamientos de tierra en varias regiones del país. La zona más afectada de Honduras ha sido el valle de Sula, en el norte del estado, donde faltan alimentos para miles de habitantes que han quedado aislados y que no quieren irse pese a la llegada de helicópteros.
Según explican los supervivientes de esta región, el agua subió precipitadamente en pocos minutos, llegando al techo de muchas casas en muy poco tiempo a causa de las graves inundaciones, cosa que pone de manifiesto la gravedad y los efectos destructivos de unas tormentas que han devastado varios países de Centroamérica, incluyendo Honduras o Nicaragua.