La localidad alicantina de Calpe llora la muerte en acto de servicio del policía local Juan Manuel Policarpo. Este agente, padre de familia de 47 años, murió intentando rescatar a una persona durante el temporal de lluvias. Su heroica muerte será recordada durante mucho tiempo.
La Comunidad Valenciana se ha visto afectada estos días por las lluvias torrenciales que han causado múltiples daños. El conductor de un vehículo se vio atrapado en un camino que discurre paralelo al cauce del río. El agente no lo pensó dos veces y acudió en ayuda del hombre en apuros.
Eran las dos de la mañana, y su cuerpo aparecería horas después a dos kilómetros río abajo. ‘Poli’, como lo conocían sus compañeros, era un policía con 23 años de servicio y padre de dos hijos. Provenía de una familia muy conocida en la zona y era muy conocido por los vecinos.
Tuvo mala suerte
Las lluvias torrenciales provocaron este viernes la repentina crecida del río en el término de Benissa. Esa noche Juan Manuel estaba como jefe de servicio en el turno de noche. “Fue el primero que nos dijo que había que ir porque había una persona en peligro”, recuerda su compañero en El Español.
Apenas recibieron el aviso se desplazaron dos patrullas hasta el barranco donde estaba el conductor. El vehículo estaba rodeado de agua, dentro estaba el conductor y otra persona había caído al agua. Dos agentes se lanzaron para rescatar a esa persona, mientras Juan Manuel iba hacía el conductor.
Pero al intentar acercarse piso en falso y cayó al agua, viéndose arrastrado por una fuerte corriente. El conductor pudo salir del vehículo y ser rescatado por los otros agentes, pero Juan Manuel desapareció río abajo. Los agentes quieren aclarar que fue “pura mala suerte”, no una imprudencia.
Héroes anónimos
La verdad es que con su gesto heroico Juan Manuel consiguió salvar la vida del conductor. Fue trasladado al hospital con heridas leves, y podrá contarlo gracias a la rápida actuación de los agentes. Quien no podrá contarlo será el agente Policarpo, que deja familia y dos hijos huérfanos.
Los compañeros del oficial aseguran que era un hombre prudente y que no se dejaba dominar por los impulsos. Por eso reiteran que no incumplió ninguna norma de prevención y que simplemente tuvo mala suerte. El ayuntamiento de Calpe ha decretado cinco días de luto oficial.
La alcaldesa, Ana Sala, ha transmitido su pésame a familiares y amigos y ha agradecido el compromiso de los agentes. “Los miembros de la Policía Local aceptan a diario arriesgar sus vidas convirtiéndose en héroes anónimos”. También el presidente de la comunidad, Ximo Puig, ha transmitido sus condolencias.
“Quiero expresar la tristeza del Gobierno valenciano por la muerte del agente”, ha dicho Ximo Puig. Ha mostrado su solidaridad con la familia, y ha destacado la heroica muerte del fallecido. “Ha estado hasta el último momento haciendo un acto de generosidad y servicio público extraordinario”, afirmó.
Familia muy conocida
Juan Manuel pertenecía a una conocida familia de hosteleros de Calpe. Su abuela Dionisia fundó el restaurante El Carro, una de las marisquerías más famosas del municipio costero. De hecho, el propio Juan Manuel era un gran aficionado a la cocina y compaginaba esta pasión con el servicio al cuerpo.
Además, durante muchos años estuvo vinculada a las fiestas de Moros y Cristianos. Sus dos hijos, Carlos y Manuel, eran su gran amor y se desvivía por ellos tal y como aseguran sus amigos. Los vecinos están consternados por esta muerte, que ha caído como un durísimo mazazo.
En su entorno laboral ha sido especialmente duro, ya que sus compañeros lo tenían en alta estima. Hoy recuerdan entre lágrimas a ese compañero cercano y siempre dispuesto a cambiarse el turno. Ese policía íntegro y padre de familia que ha dado su vida para salvar a los demás.