Jordi Díaz Vallés, de 41 años de edad, fue hallado sin vida el pasado jueves en la habitación de su casa. Sucedió en el municipio de Sant Sadurní d’Anoia, en la comarca del Alt Penedès, concretamente en la calle Rosa Sensat.
Trabajaba en una farmacia y llevaba días sin acudir a su puesto
El fallecido trabajaba como farmacéutico en una farmacia ubicada en el centro del municipio. Jordi convivía desde hacía más de dos años junto a otro hombre, su pareja sentimental. Ahora, en la farmacia, que permanece cerrada, hay un cartel en el que hay escrito “defunción y luto”.
Jordi llevaba tres días sin acudir a su puesto de trabajo y sin dar señales de vida. Este hecho provocó que sus amigos se preocuparan por él. Fue un amigo del fallecido quien dio el aviso a la Policía Local, que después derivó el caso a los Mossos.
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Los Mossos hallaron el cadáver rígido de frío
Los agentes acudieron a la vivienda de Jordi. Saltaron desde el patio de la casa y desde allí accedieron al interior. Una vez allí encontraron el cuerpo del hombre con un golpe en la cabeza.
El cadáver estaba rígido de frío. Esto se debe a que el aire acondicionado del domicilio se encontraba encendido. Los investigadores consideraron que el motivo se debía a que era para evitar que el cuerpo comenzara a descomponerse y a oler mal.
Según los forenses, el cuerpo de Jordi llevaba sin vida desde hacía al menos dos días. Sin embargo, será necesaria una autopsia que determine de manera exacta la hora y las causas de la muerte.
Se sospecha de la pareja de Jordi como autor del crimen
Cabe destacar que la vivienda estaba en orden y la puerta de esta no estaba forzada. Es precisamente el motivo por el cual la principal hipótesis de los Mossos d’Esquadra es que el autor del crimen es una persona cercana a la víctima.
La pareja de Jordi, de nacionalidad portuguesa, se encuentra en paradero desconocido desde entonces. Ahora, los agentes de los Mossos d’Esquadra tienen como objetivo principal encontrar al hombre para interrogarlo. Tienen a la pareja identificada y se ha iniciado un operativo de búsqueda para localizarlo.
Jordi era una persona conocida por todos en el municipio, quienes consideraban al hombre afable. Los vecinos del bloque de la pareja son clientes habituales de la farmacia en la que trabajaba Jordi, la Farmacia Cardús Llopart. Los vecinos destacaron que el novio del fallecido apenas hablaba nunca y que veían algo raro.
Los Mossos d’Esquadra no descartan ninguna opción, pero por el momento todo apunta a que la pareja de Jordi está implicada en su asesinato. Los agentes consideran que si el presunto autor de los hechos quería huir, ya lo ha podido hacer.
Por su parte, el juzgado de guardia de Vilafranca decretó el secreto de sumario en el caso.