Ismael Molina solo tenía 20 años cuando cosió a su padre a puñaladas mientras dormía y prendió fuego al domicilio. Ocurrió el 8 de junio de 2019 en Vilanova i la Geltrú, y el joven confesó el crimen sin reparos. Sin embargo, la investigación policial acabó llevando hasta su amiga Alba.
Mañana empieza el juicio en al que acusan a Alba Andreu de haber inducido a su amigo a cometer el asesinato. Se trata de un juicio sin precedentes, ya que es la primera vez que se juzga un asesinato por inducción. Consideran que el autor material del crimen era un títere en manos de la instigadora.
Alba lavó el cerebro de su amigo Ismael hasta crear en su cerebro una realidad paralela y anular su voluntad. Esto le aseguró su obediencia cuando le ordenó que matara a su padre con el objetivo de robarle el dinero. Piden para ella 34 años de cárcel, y para él su ingreso en un psiquiátrico.
Los dos en el banco de los acusados
La Fiscalía sostiene la tesis de que Alba, de 22 años, manipuló a su amigo Ismael, de 20, para que matara a su padre y robarle el dinero. Alba se sentará mañana en el banco de los acusados. Se enfrenta a 34 años de cárcel por delitos de asesinato por inducción, incendio por inducción, y estafa.
Apuntan que Alba aisló a su amigo de su entorno y sus amigos, le lavó el cerebro y anuló su personalidad. Creó una serie de personajes ficticios a través de Whatsapp para que el joven perdiera su percepción de la realidad. Ismael vivía en una realidad paralela bajo el control absoluto de Alba.
Por eso la Fiscalía considera que el autor material del crimen, Ismael, no es el auténtico asesino sino Alba, su inductora. Ismael también se sentará en el banco de los acusados, pero piden la eximente completa para él. Padecía una esquizofrenia paranoide y no era consciente de lo que hacía.
25 años en un psiquiátrico
El caso ha suscitado el interés de los expertos en criminología, ya que supone un caso muy extremo de inducción. Nadie en el entorno del joven percibió el desarrollo de la enfermedad. Los especialistas creen que la esquizofrenia estaba latente pero fue la manipulación de su amiga quien la hizo aflorar.
Por eso la Fiscalía pide el ingreso de Ismael en un psiquiátrico los próximos 25 años. Será la primera ocasión en la que el autor confeso del crimen es eximido y en su lugar condenan a una inductora. La investigación policial demuestra con toda clase de detalles esta versión de los hechos.
Los Mossos d’Esquadra encontraron el cadáver y obtuvieron rápidamente la confesión de Ismael. Pero había cosas que no acababan de cuadrar, así que siguieron adelante con la investigación. Esto permitió descubrir una verdad sorprendente, que pretenden demostrar en el juicio de mañana.
La sutil estrategia de Alba
La primera sospecha fueron los extraños movimientos bancarios detectados en la cuenta de Isma los meses anteriores. Había hecho transferencias de más de 7.500 euros a varias cuentas. Otra cosa que llamó la atención de los investigadores fue la existencia de una chica llamada Julia.
Julia era aparentemente la novia de Ismael, pero ni él ni la gente de su entorno la habían visto nunca. Iniciaron entonces una investigación para poder dar con ella, pero les resultó imposible encontrarla. Todo el mundo hablaba de Julia pero era imposible llegar hasta ella, y entonces lo entendieron todo.
En realidad era un personaje inventado tras el cual estaba Alba. Esta había aprovechado el carácter introvertido del chico y tras ganarse su confianza le propuso enrolarse en una supuesta unidad secreta de la policía catalana. Para hacerlo debía pasar unos cursos e ingresar dinero en unas cuentas.
‘Mátalo, y luego quema el piso’
Alba fue creando esta realidad paralela en la mente de Ismael mientras el joven iba desarrollando una esquizofrenia latente. Pasaron meses haciendo vigilancias y entrenando para la gran misión. Alba creó un personaje clave, Julia, que se convirtió en la novia virtual de Ismael Molina.
El plan de Alba iba sobre ruedas, ya que el joven ingresaba periódicamente el dinero que le prestaban sus padres para hacer los supuestos cursos. Todo se desmoronó cuando el padre de Ismael se negó a seguir dándole dinero. Entonces dio un paso más y convenció al joven para que acabar con su padre.
La supuesta Julia le convenció de que su padre formaba parte de una mafia que quería matar a su madre. Antes de ejecutar el plan, Ismael llamó a su amiga Alba y ella le dijo “mátalo, y luego quema el piso”. Nueve personas del jurado popular tendrán que decidir ahora si Alba es la verdadera responsable.