Se llamaba Isaiah Jarrett, tenía 8 años y padecía meduloblastoma. Se trata del tipo de tumor cerebral canceroso más común en los niños. Isaiah nació en Castle Vale, en Inglaterra.
El pequeño falleció ocho meses después de que le diagnosticaran la enfermedad. Sin embargo, el pronóstico inicial de los médicos no fue ese. Según algunos medios de Inglaterra, el personal sanitario confundió el diagnóstico y pensó que lo que padecía el niño se podría tratar de una gastroenteritis.
Posteriormente, el pequeño Isaiah empezó a vomitar sangre y también comenzó a sufrir dolores de cabeza ininterrumpidos. Esto provocó la preocupación de sus padres.
Tenía un tumor cerebral del tamaño de una pelota de golf
El niño de 8 años tuvo que someterse a la realización de un TAC en el Hospital Infantil de Birmingham. En el centro médico averiguaron que el chico padecía un tumor cerebral de la dimensión de una pelota de golf.
“Pensé que podría haber tenido algo que ver con su barriga, nunca en un millón de años esperé que me dijeran que mi hijo pequeño tenía un tumor cerebral”. Fueron las palabras de la madre del niño al conocer la terrible noticia. Dena Allen es madre de siete hijos.
Allí los médicos le llevaron a cabo una intervención quirúrgica que tuvo una duración de 15 horas aproximadamente. Sin embargo, la intervención provocó que Isaiah perdiera la voz y desgraciadamente no pudieron extirpar el tumor. Isaiah estuvo en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) durante un periodo de cinco semanas.
Tras la operación, el personal sanitario informó a la familia de que el tumor era en realidad un cáncer agresivo. Tras el terrible diagnóstico, el pequeño tuvo que someterse a un tratamiento de quimioterapia y radioterapia intenso. Asimismo, el niño pasó por hasta siete intervenciones quirúrgicas más.
“Isaiah sufrió hinchazón y acumulación de líquido, lo que significó que tuvo siete cirugías en total, y me dijeron que todas podrían matarlo”, llegó a explicar la madre. Finalmente, Isaiah falleció en julio de 2022 en su casa. El cáncer continuó expandiéndose y el niño no respondía bien al tratamiento de quimio y radioterapia.
La madre de Isaiah ha querido formar parte de 'Brain Tumor Research'
Tras la muerte del pequeño, su madre se unió a la organización benéfica ‘Brain Tumor Research’ casi medio año después. La organización apoya la investigación de los tumores cerebrales con el fin de que se logre encontrar una cura.
Quiso formar parte como activista y tenía la intención de concienciar sobre esta enfermedad. Su objetivo consiste en realizar un total de 10.000 pasos al día durante el mes de febrero para recaudar dinero.
“Al participar en este evento y compartir la historia de Isaiah, espero ayudar a poner fin a los tumores cerebrales que acaban con la vida de todos”, expresaba. La mujer añadió que “ninguna otra familia debería tener que pasar por la angustia y el dolor de perder a un ser querido”.
Según la organización, los tumores cerebrales acaban con la vida de más niños y personas adultas menores de 40 años que otro tipo de cáncer. A pesar del dato, en el Reino Unido solo un 1% del gasto nacional dedicado a la investigación del cáncer se ha destinado a los tumores cerebrales.
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