Cristina Cabo Buján, la vendedora que siempre atendía a los clientes con una sonrisa, ha sido asesinada. La mataron en su casa la noche del pasado domingo y nadie sabía quién había podido ser. No había sospechosos ni detenidos, y en el vecindario cundía una mezcla de indignación e inquietud.
La fallecida es Cristina, una mujer de 42 años y residente en el barrio de La Milagrosa de Lugo. Fue asesinada a cuchilladas en su propio domicilio, pero las circunstancias del crimen estaban envueltas en un gran misterio. Y es que a pesar de su cercanía, la víctima también era una persona muy reservada.
Poco sabían los vecinos sobre su vida personal y familiar, y no tienen la más mínima idea de quién puede estar detrás. La policía interrogó ayer a una supuesta pareja sentimental, pero quedó en libertad. Hoy ha sorprendido la noticia de la detención de un sospechoso.
Interrogan a una antigua pareja
Cristina Cabo Buján, de 42 años, apareció muerta a cuchilladas la noche del domingo en el segundo piso del número 51 de la calle Quiroga, en Lugo. La mujer era una vecina muy conocida, ya que regentaba una tienda de agricultura ecológica. Vivía sola en el inmueble donde hallaron su cadáver.
La policía ha interrogado a varias personas del entorno de la víctima con el fin de reconstruir sus últimos momentos con vida. Ha sido precisamente la colaboración ciudadana lo que ha permitido resolver el crimen. El caso está en manos del juzgado de instrucción número 1 de Lugo y de la Policía Judicial.
Entre los interrogados estaba un lucense con el que habría mantenido una relación amorosa durante bastante tiempo. Aunque ella vivía sola, solían ir juntos de vacaciones hasta que, supuestamente, la relación terminó. La policía no vio ningún indicio hacia esa persona y lo dejaron en libertad.
Un crimen muy misterioso
La ciudad de Lugo no está acostumbrada a este tipo de sucesos, y el último crimen sucedió hace casi tres años. Todo era muy extraño en este caso, ya que nadie oyó ningún ruido extraño ni vieron nada ni nadie sospechoso. La única cosa fuera de lo común fue que saltó la alarma en un piso de la tercera planta.
Cristina vivía sola en un edificio de cuatro plantas y dos pisos por planta, ocupados sobre todo por familias con niños y gente mayor. En torno a las 19:30 saltó la alarma de uno de los pisos de la tercera planta, algo que no es nada habitual. En esos momentos, el inmueble estaba vacío.
Los vecinos aseguran que la víctima nunca se metía en problemas y descartan un ajuste de cuentas. La policía no descartaba ninguna hipótesis, y estuvieron durante horas revisando cámaras de seguridad, teléfonos, movimientos. Finalmente, alguien delató a una persona como principal sospechoso.
Alegre, trabajadora y feminista
En las últimas horas la policía ha detenido a un colombiano de 30 años como sospechoso de la muerte de Cristina. Creen que se conocieron la noche del sábado, y acabaron en casa de ella donde probablemente la mató. En las próximas horas podría aparecer información relevante que arroja más luz al caso.
Los vecinos están con un nudo en el estómago desde que supieron que habían matado a la vendedora de A Despensa do Avó Francisco. La recuerdan como una mujer muy alegre, divertida y trabajadora. Pero también muy celosa de su intimidad, ya que nadie conocía detalles de su vida personal.
Cristina pertenecía a la Plataforma Feminista de Lugo y su muerte ha caudado una gran consternación entre sus compañeras. La definen como una mujer muy comprometida con la causa, e incluso había leído el manifiesto del 8M en 2021. La estupefacción, con las horas, ha dado paso a la indignación.
“Feminista comprometida, amiga entrañable, buena y generosa, ecologista y pacifista, le arrancaron salvajemente la vida. Nos quedamos huérfanas de ti, con un dolor tan inmenso que nos quema por dentro. Nunca jamás te olvidaremos”, reza el comunicado de la plataforma publicado ayer.
Indignación entre los vecinos
La Subdelegación del Gobierno confirmó que las autoridades estaban trabajando a contrarreloj para esclarecer lo ocurrido. “Las cuerpos y fuerzas de seguridad están indagando para establecer las causas de este suceso. Hay varias hipótesis abiertas pero ninguna conclusión”, explicó la subdelegada, Isabel Rodríguez.
Por su lado, autoridades locales y entidades lucenses han mostrado su repulsa ante el crimen y su solidaridad con la familia. La alcaldesa Lara Méndez, vecina de Cristina, ha expresado públicamente su rechazo. También el Concello de Lugo, que ha condenado “la violencia de género y familiar”.
Entre los vecinos también cunde la rabia por el asesinato de una persona tan querida. “Hasta dónde vamos a llegar”, “impotencia”, “rabia” e “injusticia” han sido las expresiones más repetidas. También el deseo unánime de que se resuelva cuanto antes este crimen que tiene a todos descolocados.