La histórica nevada que dejó el temporal causado por la borrasca 'Filomena' y que afectó casi toda España este último fin de semana ha sido espectacular en algunos casos, especialmente en la ciudad de Madrid, donde los espesores alcanzaron el medio metro de nieve, siendo la nevada más copiosa registrada en más de 50 años. Tras ello, a lo largo de los días siguientes, los cielos despejados permitieron ver, desde vistas satelitales, los efectos del fuerte temporal.
Gracias a los distintos satélites artificiales que orbitan la Tierra muestran una gran parte de España cubierta de blanco que se trata de la gran cantidad de nieve que ha caído estos últimos días y que, en forma de un gran manto blanco, cubre una gran extensión peninsular. Pero aún más nítida era la imagen del satélite Copernicus Sentinel-2 de laAgencia Espacial Europea (ESA), con una espectacular visión de la ciudad de Madrid sepultada bajo la gran nevada.
Se puede apreciar como el color blanco cubre todo el área metropolitana de la capital española y casi ni se ven la calles de Madrid, solo se distingue el entramado urbano. También están muy blancos los campos de los alrededores de la capital y las zonas relativamente elevadas con aún más nieve.
La nieve durará días
Esta situación tiene aspectos negativos y es que toda la nieve caída se está helando totalmente, haciendo que, allí donde haya nieve, sea una pista de patinaje. Habrá que seguir teniendo mucho cuidado en las carreteras y mantenerlas con sal y en constante observación, porque algunas vías aún sufren la nevada, y el hielo complicará aún más la situación unas cuantas semanas.
A diferencia de otros temporales en los que, una vez pasa la tormenta, las temperaturas suben y la nieve se va derritiendo, en esta ocasión no ha sido así. Y es que, tras el paso de ‘Filomena’, todo el centro peninsular ha recibido ahora una ola de frío que está dejando temperaturas muy bajo cero por la noche, incluso récord en algunos puntos de Castilla La Mancha, Toledo y la misma ciudad de Madrid, donde en el aeropuerto de Barajas se alcanzaron los -13ºC, la segunda temperatura más baja de su serie. Este hecho garantiza que la nieve se siga manteniendo prácticamente intacta.
Pero sobre todo, habrá que seguir prestando mucho cuidado cuando salgamos a la calle hasta casi la semana que viene, cuando no se empezará a deshacer la nieve. Muchas de las calles siguen siendo una auténtica pista de patinaje que puede provocar caídas y accidentes. La mejor manera de evitar sufrir un patinazo es ir bien calzado con botas de montaña o de clavos, mantener las aceras de acceso a nuestras casas saladas y sin nieve y, sobre todo, parar mucha atención cuando estemos caminando, intentando no estar con el móvil ni llevar mucho peso encima.
El frío polar tiene los días contados
A partir del próximo fin de semana, la ola de frío se acabará y las temperaturas empezarán a subir con una situación de suroeste que dejará valores más típicos de invierno e incluso, por encima de la media. Pero no nos fiemos, porque parece que, a lo largo de lo que queda de enero, podríamos tener nuevas entradas de aire frío provenientes del ártico y del centro de Europa, haciendo que las temperaturas vuelvan a bajar bruscamente con nuevas nevadas que volverían a afectar puntos del norte peninsular con cotas de nieve bajas, pero este último aspecto aún está por confirmar y, por tanto, habrá que estar muy atentos a las previsiones de los próximos días.