Hayley Dunn, una valiente madre escocesa, ha ayudado a capturar a su marido que resultó ser un monstruo pedófilo. La mujer identificó a su marido James Kemp, de 42 años, gracias a la foto de su pene. La policía le mostró la imagen que mandaba a menores de edad, y la mujer lo reconoció.
La policía paró una trampa al sospechoso haciéndose pasar por niños de 12 y 13 años. Una vez obtuvieron la foto de su miembro, acudieron a casa de su mujer, Hayley, de 47 años. Le enseñaron la foto y la mujer no tuvo ninguna duda en que se trataba de su marido, lo cual permitió su detención.
Los hechos ocurrieron en enero de 2018 en Glenrothes, Escocia, y la mujer ha contado su historia al hacerse pública la condena. El hombre admitió los hechos y fue condenado a 18 meses de cárcel. También figura en la lista de delincuentes sexuales para que no pueda hacer daño a otros menores.
Se conocieron por internet
Hayley quedó en shock al descubrir que la persona de la que se había enamorado era un pedófilo. Se conocieron a través de una aplicación de citas en febrero de 2017 y la química surgió al instante. Solo seis meses después se casaron, y vivieron una corta historia de amor hasta que saltó la sorpresa.
En enero de 2018 el grupo de Child Protectores Scotland, conocidos como cazadores de pedófilos, llamó a su puerta. Se hicieron pasar por jóvenes menores de edad para que James cayera en la trampa. La mujer permitió la detención de su marido al reconocer su pene en las fotos.
También durante el juicio confirmó que se trataba de su marido, permitiendo su condena. Reconoce que ha sido muy traumático descubrir el verdadero rostro de su marido, y que su mundo se hundió completamente. Sus primeros pensamientos al ocurrir todo aquello fueron para su hija.
Lanza una advertencia
“Lo primero que me vino a la cabeza fue si había tocado a mi hija”, ha explicado esta madre. Según cuenta, él siempre la acariciaba y decía que la quería adoptar, ya que no era su hija biológica. “No me podía creer que me hubiera enamorado de alguien capaz de hacer esto”, manifestó horrorizada.
La mujer reconoció la ropa, la pulsera y el reloj que aparecía en las fotos enviadas por su marido a las supuestas menores. Tras los acontecimientos, ella ha tratado de seguir con su vida. Incluso tuvo una cita con otro pretendiente pero no salió bien, porque ahora desconfía de todos los hombres.
Tras su mala experiencia ha advertido a otras mujeres que tengan cuidado con las personas que conocen en internet. Su enamoramiento exprés le llevó a cometer el mayor error de su vida, y ahora se arrepiente de ello. “Todavía me culpo a mí misma porque lo dejé entrar en casa y en mi familia”, añade.
No tenían vida sexual
Hayley, enferma de fibromialgia y artritis, revela que ella y su marido nunca tuvieron una vida sexual activa. Ella siempre pensó que era porque no quería hacerle daño a tenor de sus problemas de salud. Ahora entiende que el motivo no era otro que sus depravadas inclinaciones sexuales.
Aunque no tenían relaciones sexuales, ella conocía el pene de su marido porque lo había visto desnudo en la ducha. Cuando le mostraron la imagen no tuvo ninguna duda porque también vio los pantalones que le había comprado. “Todo estaba allí, también la pulsera, no había duda”, recuerda.
“Engañó a todo el mundo”, lamenta la mujer, “cuidó de mí y me decía que yo era el amor de su vida pero todo era un montón de basura”. Hayley va con muletas y arrastra problemas de salud mental. Pensaba haber encontrado en James a la persona ideal, pero la realidad era algo muy distinto.
Tras conocer la condena contra su marido, Hayley se derrumbó y le dio las gracias al juez por encerrarlo en la cárcel. Ya ha iniciado los trámites para divorciarse de él y ahora se dedica a cuidar de sus dos hijas. Han pasado ya dos años y medio, pero esta mujer sigue traumatizada por lo ocurrido.
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