La Policía Nacional está tratando de reconstruir los macabros hechos ocurridos este fin de semana en el barrio de La Rondilla de Valladolid. Una madre y una hija aparecieron muertas con signos de violencia tras un incendio en su casa. Otro incendio a escasos metros reveló la existencia de otro cadáver.
Los agentes detuvieron a un hombre de 43 años como presunto autor de las muertes. El detenido es el marido de una de las mujeres muertas, por lo cual no se descarta ningún móvil por ahora. Algunas informaciones apuntan a la existencia de lazos familiares entre los tres fallecidos.
Al parecer, los fallecidos estaban relacionados por razones de vecindad aunque también habría algún lazo afectivo entre ellos. La clave será ahora desvelar los motivos que llevaron al presunto asesino a cometer los crímenes. Mientras, los vecinos siguen en estado de shock y en el barrio no se habla de otra cosa.
Tres muertes y dos escenarios
Los servicios de emergencia recibieron el primero aviso el sábado, a las 16:25 horas. Se había declarado un incendio en el número 2 de la calle Marqués de Santillana. Una vez apagadas las llamas, los bomberos encontraron el cadáver de Juan Carlos Palomino, un hombre de 72 años.
Unos minutos más tarde, los servicios de emergencia recibieron la llamada de una mujer que no sabía qué le pasaba a su hija. Los bomberos tuvieron que apagar un nuevo incendio en la calle Linares, a apenas 200 metros del anterior edificio. En el interior aparecieron muertas la madre y su hija.
Se trata de María del Carmen González, de 78 años, y su hija, Eva María Asensio, de 54. El cuerpo de la hija presentaba signos de violencia, mientras que la madre murió atrapada por las llamas. La policía inició una investigación con el convencimiento de que los dos sucesos estaban conectados.
La Policía ha detenido a un hombre
La Policía Nacional detuvo a un hombre de 43 años y vecino de Valladolid como presunto autor de los crímenes. El sospechoso fue apresado tras el asalto con violencia a dos domicilios donde vivían matrimonios de avanzada edad. Además, es el cónyuge de una de las víctimas.
Horas después del hallazgo de los cadáveres tuvo lugar un asalto con violencia en una casa de la calle Amor de Dios. Minutos después hubo otra agresión a un matrimonio en la calle Gutierre de Cetina. La policía detuvo al presunto asaltante y lo vinculó con las tres muertes desveladas esa misma tarde.
La policía trata de esclarecer ahora los extraños hechos ocurridos en Valladolid la tarde-noche del sábado. Sigue habiendo muchas incógnitas sobre estos acontecimientos, aunque tienen claro que el detenido es el hilo conductor. Están a la espera de escuchar la versión del sospechoso.
La principal hipótesis
Según datos de la investigación, dos de los tres cadáveres (el del varón y el de la mujer más joven) presentaban heridas de arma blanca. La principal hipótesis es que el agresor cometió sendos crímenes y prendió fuego para borrar cualquier rastro. La otra mujer habría muerto de forma colateral.
Los dos crímenes parecen haber sido perpetrados por la misma persona. Entre ambos inmuebles hay apenas unos metros, así que el sospechoso podría haber recorrido esa distancia a pie. Pero la prioridad de los investigadores sigue siendo desvelar el motivo de los crímenes.
Los vecinos explican que María del Carmen vivía sola desde hacía treinta años, y que su hija le llevaba la comida todos los días. Aún no está del todo clara la conexión entre las dos mujeres y el tercer fallecido. Los investigadores están tratando de ligar las tres muertes con el principal sospechoso.
A diferencia de María del Carmen y Eva María, la muerte de Carlos no ha sorprendido para nada a los vecinos. Sospechan que el fallecido tenía relación con la venta de drogas al menudeo. Según El Norte de Castilla, el motivo de los crímenes podría ser un ajuste de cuentas relacionado con la droga.
Conmoción en Valladolid
Tras el hallazgo de los cadáveres, agentes y forenses estuvieron recabando pruebas en los dos inmuebles. La presencia policial atrajo la atención de los vecinos, impactados por las noticias que iban apareciendo en los medios. Los inquilinos de los inmuebles afectados aún están asumiendo lo ocurrido.
Los vecinos de Juan Carlos llevaban años soportando las molestias por su vinculación con el mundo de las drogas. Este exconductor de ambulancias jubilado se quedó con la casa tras la muerte de sus padres. Dicen que era un hombre correcto y educado, hasta que se metió en el trapicheo.
Valladolid suma ya siete muertes violentas en el último mes y medio, una estadística que preocupa y mucho a los vecinos. El reguero de sangre empezó el 30 de junio, cuando un menor apuñaló mortalmente a su madre. La misma madrugada, un hombre mató a su vecino y a un guardia civil.
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