La Guardia Civil localizó, en la tarde de ayer martes, restos óseos en un pozo de una finca de Valdepeñas. Allí se buscaba a Juan Miguel Isla Fernández, quien desapareció en julio del año pasado cuando se dirigía a vender una finca familiar. Tras este hallazgo, los agentes han detenido a dos personas en Ciudad Real que podrían estar relacionadas con el caso.
Uno de los arrestados es el dueño del terreno en el que se han encontrado los huesos. Este hombre es conocido por su labor como intermediario en compras de terrenos, casas, coches y armas. La Guardia Civil lo investiga también por la desaparición de otro empresario en circunstancias similares en 2019.
Juan Miguel Isla había acudido a una reunión de negocios con este mediador, muy conocido en su pueblo, Manzanares. Tras ello, se le perdió el rastro y ya no se supo más sobre su paradero. Su vehículo fue encontrado abandonado en el extrarradio de Albacete el pasado 25 de enero.
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El intermediario había ayudado al desaparecido a vender un terreno familiar
El pasado 22 de julio, Juan Miguel Isla se citó en su localidad natal, Manzanares, con el comprador de la finca familiar que estaba vendiendo. Allí cobraría en metálico los 50.000 euros que le adeudaban. En esa cita se encontraría también el intermediario de la venta, quien le acompañaba a la reunión.
Después de ese día, nada se vuelve a saber sobre Isla. Tras ello, la Guardia Civil abrió una investigación para esclarecer lo ocurrido. Varios meses después, un hombre informó a los agentes de que en un descampado de Albacete había un coche abandonado similar al que aparecía en las imágenes difundidas.
Gracias a esa colaboración ciudadana, los agentes encontraron el vehículo con el que el empresario se había desplazado a cobrar el dinero. El Servicio de Criminalística lo analizó hasta encontrar importantes pistas que reavivaron la investigación. Estas pesquisas llevaron a los agentes hasta el pozo donde ahora se han hallado los restos.
La Guardia Civil se encuentra analizando el terreno desde ayer al mediodía. Por el momento, los huesos no han sido identificados. Los agentes no han dado por concluida la búsqueda, que hoy continúa en busca de más pistas que aportar a la investigación.
El intermediario, conocido como Antonio C.V., ha estado presente en el registro de la finca como detenido y dueño de la misma. La Guardia Civil llevaba un año tras su pista al ser la última persona que vio al empresario cuando iba a cobrar esa gran cantidad de dinero.
Asimismo, este mediador también estaba siendo investigado por la desaparición de Jesús María González Borrajo en el verano de 2019. Antonio C.V., también fue la última persona en ver a este desaparecido tras ayudarle a vender dos coches de alta gama.