Débora Morais Dos Santos, una mujer de 39 años, desapareció el 28 de marzo de 2022 en Málaga capital. La mujer, de origen brasileño y madre de dos hijas de 5 y 17 años, ha aparecido muerta y enterrada en cemento en un polígono industrial. Su compañero sentimental lo ha confesado todo.
Desde el principio de la investigación, el novio de la mujer siempre manifestó que se había marchado voluntariamente. Los familiares y las asociaciones de desaparecidos le creyeron, pero la policía tenía muchas sospechas. Poco a poco estrecharon el cerco hasta que el pasado viernes lo citaron a declarar.
Los investigadores estuvieron interrogándolo durante cinco horas hasta que se derrumbó y confesó. La confesión permitió llegar hasta el cadáver de la mujer, metido en bolsas y enterrado en cemento. A falta de confirmación oficial, sería la víctima número 31 de la violencia de género en España.
Dentro de bolsas de basura
Los agentes tenían indicios más que suficientes para pensar que el compañero sentimental de Débora tenía algo que ver con su desaparición. Tras largas horas de interrogatorio, admitió haberla matado y enterrado en cemento. Condujo a los agentes hasta el polígono La Estrella de Málaga.
El hombre había hecho un agujero en el suelo para introducir el cadáver y lo había cubierto de cemento. Efectivos policiales y una comitiva judicial estuvieron desenterrando el cadáver hasta altas horas de la madrugada del sábado. El cuerpo estaba dentro de bolsas de basura y envuelto en mantas.
En un primer examen, los forenses han fechado la muerte el mismo día de la desaparición. A pesar de llevar seis meses muerta, el embalaje ha protegido el cuerpo y se encuentra en mejores condiciones de lo que cabría esperar. Eso permitirá conocer con bastante exactitud todo lo ocurrido.
La principal hipótesis
En el lugar del entierro encontraron también el bolso de la mujer y su documentación. El cónyuge había hecho desaparecer sus pertenencias para reforzar su versión de que la mujer había abandonado su país rumbo a Brasil. El hombre quedó detenido por el asesinato de su mujer.
El cadáver de Débora fue llevado a un centro hospitalario para hacer radiografías y observar si hay fracturas. De ahí fue trasladado al Instituto de Medicina Legal (IML) para practicarle la autopsia. Los agentes están ahora a la espera de los resultados preliminares para conocer todos los detalles.
La principal hipótesis es que el detenido mató a su mujer el mismo día de la desaparición, el 28 de marzo, y ocultó el cadáver. Hizo un agujero, metió el cadáver dentro y volvió a enlosar el suelo. Luego se inventó una coartada y construyó la versión de la huida voluntaria de la mujer desaparecida.
Violencia de género
Aunque desapareció el 28 de marzo, la desaparición de la mujer no se hizo pública hasta el mes de mayo. La asociación SOS Desaparecidos difundió su imagen y pidió la colaboración ciudadana para ayudar a encontrarla. Informaban de la posibilidad de que la mujer hubiera huido a su país.
Varias organizaciones y el Centro Nacional de Desaparecidos mantuvieron la alerta activa hasta ahora. No obstante, los familiares no recurrieron a los medios para dar más visibilidad al caso. Mientras, la investigación avanzaba con discreción poniendo el foco en la pareja de la desaparecida.
El hombre permanece detenido y está previsto que declare hoy y sea enviado a prisión de manera provisional. Los investigadores tratan de esclarecer si se trata de un crimen de violencia machista. Las autoridades andaluzas han condenado el crimen a la espera de conocer la naturaleza del mismo.
El delegado del Gobierno, Pedro Fernández, se ha pronunciado y ha pedido esclarecer los hechos cuanto antes. “La violencia sigue causando enorme dolor, todos debemos actuar para evitarla y rechazarla”, ha afirmado. El subdelegado, Javier Salas, ha rechazado frontalmente la violencia de género.