En los Carnavales de Herencia, en Ciudad Real, en el año 2018 un chico fue asesinado. La víctima se trata de Gonzalo Buján. El joven perdió la vida tras originarse una pelea.
Un conflicto que se fue de las manos
El suceso tuvo lugar el 10 de febrero de 2018, poco antes de las 22:00 de la noche. Gonzalo se encontraba junto a una amiga en la feria.
La chica, en un momento dado, se dispuso a orinar cerca de una atracción. Este hecho provocó que la esposa del dueño de la atracción se encarara con los amigos y le recriminara la acción a la chica.
Pasaron algunos minutos, y la chica junto a dos amigos regresaron a la zona para subir a su coche. Tenían la intención de irse a cenar. Sin embargo, el propietario de la atracción se aproximó a la ventana del coche y pegó en la cara al conductor del vehículo un total de tres ocasiones.
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Uno de los feriantes se acercó y golpeó brutalmente a Gonzalo
El conductor se bajó del vehículo. Mientras, algunos feriantes se acercaron para observar lo que estaba ocurriendo. Entre los feriantes se encontraba el culpable del crimen.
Dicha persona golpeó en la sien a Gonzalo con unas pinzas metálicas, las que se emplean para recargar la batería de los automóviles. El hombre le golpeó “con la intención de lesionarle, pero sin prever imprudentemente que con ello podría originarle la muerte”.
Tras el fuerte impacto, Gonzalo se quedó inconsciente y fue trasladado al centro de salud de la localidad. Horas más tarde, sobre la medianoche, el chico falleció a causa de una hemorragia originada por un traumatismo craneoencefálico.
Por su parte, el agresor afirma que la muerte pudo deberse a una muerte natural, causada por aneurisma y no por una acción violenta. Sin embargo, los forenses descartaron esa posibilidad, ya que demostraron que se produjo un golpe con las pinzas y había testigos que lo avalaban.
Condenado a tres años de cárcel
Ahora, el Tribunal Supremo ha condenado al culpable de asesinato a un total de tres años de prisión. Ha desestimado el recurso presentado por el condenado.
Asimismo, el Supremo ha impuesto al asesino una multa de 1790 euros. Además, ha ratificado el pago de una indemnización de 117000 euros a la madre y al hermano del fallecido. También se ha impuesto una multa de 460 euros para el hijo del agresor y dueño de la atracción.