Los familiares y amigos del adolescente de 12 años, que murió al lanzarse desde un tercer piso con su hermana gemela, le despidieron el pasado domingo en una ceremonia de despedida en el tanatorio de Sallent, en el Bages.
La ceremonia laica estuvo dirigida por la familia de la víctima, que intervino en distintas ocasiones para despedirse. Los abuelos del adolescente llegaron desde Argentina para despedirle, interviniendo en la despedida.
Entre los asistentes al entierro hubo numerosos vecinos del pueblo y también el alcalde, Oriol Ribalta, quien también quiso decir su último adiós a Iván. La sala quedó llena y algunos vecinos se quedaron afuera.
La víspera tuvo lugar el sábado, en el mismo lugar del entierro, en el tanatorio de Sallent, donde amigos y conocidos de la familia pudieron despedirse de Iván.
Alana, la niña de 12 años que se suicidó con su hermana gemela, había decidido iniciar el trámite para ser identificada como Iván. Sin embargo, la familia no tenía constancia de su deseo por cambiar de género, pero quisieron hacer referencia a ello durante el acto. En el recordatorio del acto consta el nombre oficial del chico trans, Alana, pero también Iván.
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Leila, la hermana gemela, actualmente se encuentra ingresada en el Hospital Parc Saulí de Terrassa, todavía en estado grave.
La investigación, en curso
Los investigadores apuntan que el tema de la identidad de género del adolescente fallecido es uno de los temas clave en la investigación, ya que podría ser uno de los factores que le habría llevado a tomar la decisión de suicidarse.
El día antes de la tragedia, la menor tenía consulta con una psicóloga de la Fundación Althaia, a la que llamó pidiendo disculpas por haber perdido el bus y no poder acudir a la visita. Una visita que habría quedado pospuesta para el próximo lunes. Según Aitana, amiga de la víctima, quería preguntarle a la psicóloga cómo podía decirle a sus padres que no se sentía chica.
La víctima había explicado a su círculo más cercano el deseo de cambiarse de género. Algo que también habría notificado a la psicopedagoga del Instituto Público Llobregat, quien no habría activado ningún protocolo contra el acoso. Insultos como 'sudaca', 'marimacho' e 'Ivana' eran algunos de los que utilizaban los acusadores para ir contra su deseo de ser identificada como Iván.