Desolados y llenos de dolor. Así afrontan los días los familiares de Sandra Bermejo, la joven que perdió la vida en el Cabo de Peñas.
Mientras los investigadores del caso tratan de averiguar cómo Sandra Bermejo pudo caer al vacío de forma repentina, su familia estudia pedir otra autopsia. Una decisión que cada vez es más evidente dado al inconformismo que sienten hacia los resultados de la investigación de la muerte de Sandra.
Ellos están seguros de que la joven psicóloga no se quitó la vida y creen firmemente que hay alguien detrás de todo esto.
Asimismo, según ha declarado su representante al programa Espejo Público, los familiares de Sandra Bermejo denuncian que ha habido errores en la investigación. Este es uno de los principales motivos por los que podrían pedir una segunda autopsia del cuerpo.
"De haberse caído, el cuerpo de Sandra Bermejo no habría aparecido a contracorriente. Su cuerpo iría en dirección al Golfo de Vizcaya y no hacia Galicia". Estas fueron las palabras que el representante Joaquín Amills hizo en defensa de la familia de la víctima.
El momento de la desaparición
Como cada semana, Sandra Bermejo y su madre se llamaban dos o tres veces para saber una de la otra. Todo iba bien cuando su madre colgó el teléfono la última vez que habló con ella, pero todo cambió y Sandra nunca volvió a contestar.
En ese momento, la madre de Sandra Bermejo llamó a una de sus amigas en Gijón. La chica, al enterarse de lo ocurrido se aproximó a la vivienda de su amiga, pero nadie abría la puerta. Cada vez los nervios eran mayores y la preocupación por el estado de Sandra se incrementaba cada minuto.
Dada la situación de desesperación e inquietud por el paradero de Sandra, deciden denunciar su desaparición en una comisaría de Policía. Fue en ese momento cuando la búsqueda exhaustiva de Sandra Bermejo daba comienzo. Los agentes la definieron de alto riesgo, ya que las pistas sobre su paradero eran escasas o nulas.
Cómo era la vida de Sandra Bermejo
Sandra Bermejo, psicóloga de 32 años, vivía en Gijón después de que decidiera dejar su pasado atrás mientras residía en Madrid. La joven había atravesado una época difícil en la que su relación con determinados grupos esotéricos, conocidos vulgarmente como sectas, hizo que se mudase de ciudad.
Sea como fuere, Sandra Bermejo acabó manteniendo el contacto con el mismo estilo de grupos en Gijón. Un hecho que en un principio hizo a la Policía sospechar de que algo relacionado con el asunto estaría detrás de su desaparición.
Sobre todo desde que una amiga de la joven declarase ante las autoridades que acudía a reuniones donde se consumía ayahuasca. Este dato hizo saltar las alarmas, ya que esta bebida tiene efectos alucinógenos y podría estar relacionado con la desaparición de Sandra Bermejo.
A raíz de estas declaraciones, la Policía contactó con un hombre de Gijón que se hacía conocer como chamán. Este señor habría mantenido algún tipo de contacto con Sandra desde que sus caminos se cruzaron en varios encuentros esotéricos. Incluso llegó a confirmar a los agentes que después de ese día volvieron a coincidir en otros encuentros similares.
Finalmente, la Policía no consideró importantes las declaraciones del chamán para la investigación debido a la escasa relación que mantenía con Sandra Bermejo.
Posteriormente, la investigación seguía su curso hasta que a día de hoy aún se desconoce cómo Sandra cayó al vacío y acababa con su vida.
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