Michele Barco tenía 59 años. El día 31 de enero iba a celebrar su último día en el trabajo. Tras más de tres décadas cotizando iba a acogerse a la jubilación.
Sin embargo, ese último día que se suponía que iba a ser una celebración, terminó en la peor de las desgracias. Michele se derrumbó repentinamente y falleció.
Michele trabajaba para la empresa de confección Belvest, situada en la provincia de Padua, en Italia.
El hombre había traído sandwiches para todos. Había llevado también un pastel y bebida para brindar y celebrar su último día. Pretendía despedirse de sus compañeros de trabajo como merecía la ocasión.
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Una celebración que nunca tuvo lugar
Desgraciadamente, la celebración no pudo llevarse a cabo y se vio truncada por el trágico suceso. El empleado de golpe se desplomó en el suelo. Los compañeros de Michele procedieron a dar la voz de alarma y pedir ayuda rápidamente.
Sin embargo, cuando el personal sanitario acudió al lugar de los hechos, ya era demasiado tarde para poder hacer nada por él. Lo único que pudieron hacer por el hombre fue certificar su muerte. Determinaron que lo más probable fue que falleciera a causa de que sufriera un ataque al corazón.
Su muerte es algo que ha conmocionado a todos sus compañeros. De hecho, desde la empresa se decidió suspender de inmediato las operaciones. Todos apreciaban y respetaban a Michele.
Más de 30 años en la empresa, en un importante cargo
El hombre llevaba más de 30 años en Belvest. La empresa está especializada en la confección de ropa y fue fundada en los años 60. Michele formaba parte de ella como responsable de control de calidad.
Se trata de una labor que requiere suma precisión y es de gran importancia. Se trataba de todo un veterano del oficio, muy admirado por todos.
El fallecido no estaba casado, tampoco tenía hijos. El hombre vivía junto a su madre Gabriella, una mujer ya muy anciana, en el pueblo de toda su vida, Piazzola. Deja atrás a un hermano y tres hermanas.
Toda una vida de trabajo, Michele estaba a las puertas de la jubilación. Era su último día, un último día que tenía planeado festejar con sus compañeros. Michel había pensado en todos los detalles.
Por desgracia, el destino quiso que el hombre perdiera la vida antes de poder acabar siquiera esa última jornada.