Tenían que "expulsar al demonio". Esa fue la causa por la que una pareja retuvo ilegalmente a su propia hija durante 22 días en una casa de Linares. La familia quería practicarle el exorcismo tras haberse divorciado de su marido.
El pasado 23 de enero, los agresores fueron detenidos por una pareja de policías que acudió a la vivienda tras recibir una llamada de emergencias. Al entrar, encontraron a un hombre sujetando a la víctima, mientras le intentaba tapar la boca. Las tres personas implicadas son los padres de la joven y su exsuegro.
La chica llevaba más de tres semanas retenida de forma ilegal alimentándose únicamente de agua, azúcar y miel. Su exsuegro había acudido a la localidad almeriense simplemente "para curarla". Los tres detenidos fueron puestos en libertad con cargos y tienen una orden de alejamiento hacia la víctima.
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Tras divorciarse tenían que sacar el demonio de su cuerpo
Una primera llamada anunciaba de que algo ocurría en Linares. La hermana de una chica alertaba a emergencias de que no lograba contactar con ella. Al poco tiempo después, un vecino de la zona informaba de que no paraba de escuchar gritos en una vivienda.
En ese momento, una pareja de la Policía se marchó a esclarecer la situación pensando que podría tratarse de un episodio de violencia de género. Cuando llegaron al domicilio, una pareja de origen pakistaní les abrió la puerta asegurando que allí no ocurría nada. Pero unos gritos de fondo desmintieron sus testimonios.
Al entrar en la casa, los agentes encontraron a una joven retenida por otro de los integrantes. El hombre estaba sobre ella sujetándole las muñecas, intentando taparle la boca para que dejara de gritar. El individuo, exsuegro de la víctima, afirmó a los agentes que "ahí no pasaba nada" y que simplemente "estaba sacando al demonio".
Finalmente, los dos hombres y la mujer fueron detenidos y trasladados a dependencias policiales. Tras pasar a disposición judicial, los tres han quedado en libertad con cargos. Ante esta situación, la víctima solicitó una orden de alejamiento contra los acusados, petición que le ha sido concedida.
La joven se marchó a vivir a Londres
La familia de origen pakistaní residía en Linares a excepción de sus dos hijas, que se habían independizado. Una de las hermanas vive en Barcelona y la otra se marchó a la capital inglesa. Allí vivía con su pareja de la que se había divorciado recientemente.
Según declaró la joven, sus padres le pidieron que volviese a la ciudad cuando se enteraron de la noticia. Regresó a Linares y, nada más llegar, fue retenida por sus padres sin su consentimiento. Cerraron la puerta con llave, impidiendo su salida, y la encerraron "para sacarle el demonio".
Durante esos 22 días, los detenidos pretendían sacar todos los males de su cuerpo mediante un exorcismo. Encerrada, sin comunicarse con nadie y sin tener apenas comida, la joven ha sobrevivido al supuesto secuestro por parte de sus familiares. La víctima fue encontrada con lesiones en la cara, labios y brazos, pero a día de hoy se encuentra fuera de peligro.