Nuestro planeta está muy contaminado por culpa de los deshechos que dejamos los humanos, pero hace tiempo que nuestra contaminación también llega más allá de la atmósfera terrestre, la conocida como ‘basura espacial’. Hay decenas de miles de trozos de naves creadas por la humanidad orbitando el planeta, más allá de los satélites artificiales, y a veces algunos de estos restos han provocado más de un susto, como el que ha tenido lugar esta semana.
En este sentido, este pasado lunes, 11 de mayo, impactó de forma descontrolada contra la Tierra un trozo enorme procedente de un cohete chino, el Long March 5B (CZ-5B), lanzado con éxito el 5 de mayo. Tras pasar varios días de misión orbitando el planeta, entró a la atmósfera para que sus 17 toneladas cayeran en aguas de la costa oeste de Mauritania. Fue en el descenso cuando se produjo el descontrol de los restos, fase que, en parte, está prevista en este tipo de maniobras, pero esta vez la situación fue un poco más allá.
Justo en este descontrol, un gran trozo del cohete se estrelló en el océano Atlántico extremadamente cerca de la costa de Mauritania, pasando por encima de zonas pobladas, sin llegar a provocar daños personales ni materiales. Sus magnitudes hacen presagiar que, en caso de que hubiera caído en una zona poblada, podría haber causado víctimas humanas. No obstante, el hecho de que la mayoría de estos restos suelen caer en mares y océanos y que las zonas no pobladas de la Tierra son muy amplias, hace que esta posibilidad sea mínima.
Una caída nunca vista antes
Pese a que el descontrol de algunas piezas artificiales provenientes del espacio es bastante común, el astrónomo Jonathan McDowell, del Centro Harvard-Smithsonian de Astrofísica publicó en sus redes sociales la rareza de la caída del CZ-5B. «¡Nunca he visto un reingreso pasar directamente sobra tantas zonas urbanas tan importantes!», expresó en Twitter.
«Con 17,8 toneladas, es el objeto más masivo realizando una reentrada incontrolada desde el Salyut-7, de 39 toneladas en 1991, sin contar con el OV-102 Columbia en 2003», añadió McDowell. Este cohete fue lanzado por la agencia espacial china para transportar un prototipo experimental de una nave tripulada en un futuro que aterrizó con éxito en la Tierra tras dos días en órbita.