Julián Esteban Beltrán, de 22 años, fue visto por última vez el 6 de enero de 2021 en la zona de Montserrat (Barcelona). El pasado noviembre, los Mossos d'Esquadra encontraron su cuerpo, pero no pudieron identificar que se trataba de Julián hasta hace pocos días. Así lo han anunciado los informativos de Telecinco.
De hecho, la asociación SOS Desaparecidos, ya ha desactivado la alerta de búsqueda. “Localizado sin vida”, han publicado en sus redes sociales. Ahora, pese a la mala noticia, la familia puede llorar la muerte del joven colombiano, ya que, después de dos años sin tener ninguna noticia, las autoridades han podido confirmar su muerte.
Ante la desaparición de Julián Esteban Beltrán, que era natural de Colombia, su madre decidió viajar hacia Cataluña para ayudar a localizar a su hijo. Sin embargo, tanto ella como su familia ya pueden cerrar el duelo y enterrar al joven de tan solo 22 años.
Julián Esteban Beltrán: un caso misterioso
En el momento de su desaparición, el chico llevaba tres años viviendo en Cataluña. Durante su búsqueda, todo el entorno del joven aseguró al cuerpo de la policía catalana que el chico tenía un futuro muy prometedor. Además, también afirmaron que a Julián no le gustaba salir de fiesta y no bebía alcohol ni consumía drogas.
Lo que sí confesaron, es que el joven de 22 años sufrió una ruptura sentimental. Lo que le desquició y empezó a vivir una etapa de su vida más desordenada. Tal y como afirma el medio Nació Digital, sus amigos se mostraron asombrados cuando vieron que no publicó nada en las redes el día de su desaparición.
Una fiesta ilegal, desencadenante de todo
En plena pandemia del coronavirus, cuando todavía estaban vigentes las restricciones impuestas por el gobierno, Julián acudió a una fiesta ilegal en un chalet de Collbató (Barcelona). Era la noche de Reyes del año 2021. Lo más sorprendente de todo ello ha sido el que aseguraron algunos de los testigos presentes en esa fiesta.
Y es que, según su relato, varias personas confesaron que Julián se fue del domicilio diciendo que la montaña “lo llamaba” y “le decía” que fuera hacia él. Fue en ese momento cuando el chico decidió marcharse ya partir de entonces se perdió su rastro.