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Un grupo de chicos bebiendo cerveza en un bar

Todo empezó con una copa: Emilio, el joven que mató a otro en una fiesta de cumpleaños

Un rechazo ocasionó que el hombre perdiera la cordura

Emilio D., ya conocido como el pistolero de Garrido, ha sido condenado por la Audiencia Provincial de Salamanca. Se enfrenta a una pena de 36 años de cárcel por matar a un hombre y herir de gravedad a una mujer.

La sentencia consiste en 22 años por asesinato, sumados a 12 años por tentativa de homicidio y dos años más añadidos por poseer armas ilícitas. También está obligado a indemnizar a la familia de la víctima asesinada con 19 300 euros y un 30% más, al tratarse de un delito doloso. Además, deberá indemnizar también a la víctima que sobrevivió con la cantidad de 267 000 euros. 

El delito se produjo el 28 de agosto de 2021. María Belén salía a celebrar su 53 cumpleaños, acompañada de su grupo de amigos. Fueron a un bar en el barrio de Garrido, en Salamanca.

Una vez en el local, un hombre, Emilio D., quiso invitar a una copa a María y a una amiga suya. Estas rechazaron la ofrenda, pero sin embargo, Emilio volvió con dos copas insistiendo. 

Se sentó junto a ellas, incomodándolas, y permaneció allí largo rato. El camarero del bar incluso llegó a intervenir y le pidió al hombre que abandonara el lugar.

Emilio se negó y permaneció toda la noche en el bar. No obstante, cuando María se marchó del local junto a su amigo José María y su amiga, Emilio los siguió. La amiga se desvió del grupo y esa acción fue la que la salvó.

Un ataque totalmente injustificado

Una vez fuera del bar el hombre disparó a las dos personas varios tiros con la pistola que llevaba encima. José María murió al instante, había recibido cuatro balazos. María, en cambio, pudo ser trasladada al hospital Virgen de la Vega.

Cuando llegó allí fue ingresada en la UCI. Posteriormente y durante todo este tiempo ha tenido que someterse a seis intervenciones quirúrgicas. Por lo que hace al agresor, según afirman testigos, se desprendió del arma homicida y de una camiseta negra arrojándolos a un contenedor. 

La Policía pudo encontrar y analizar dichos objetos. Y gracias a ello, horas más tarde, el asesino fue detenido.

Emilio, en ese momento de 32 años, era vigilante de seguridad. Aspiraba a ser policía, sin embargo, cada vez que se presentaba a las pruebas, no conseguía superar las psicológicas. 

Durante la realización del juicio, el acusado afirmó que había bebido una botella de whisky en su casa. Además confeso haber consumido cocaína antes de salir.

Manos apuntando con una pistola y una bala en el aire
Emilio salió de casa drogado y con una pistola que usó para matar a un hombre y herir a una mujer | Canva

En relación a la arma, explicó que la llevaba porque tenía previsto suicidarse. El hombre confesó que había intentado hacerlo anteriormente en otras ocasiones.

Emilio propinó 11 disparos en total entre las dos personas con un revólver cuya licencia ya no tenía. Cuando la Policía lo detuvo una vez estando en su casa, allí encontraron más munición. También encontraron otras armas como navajas, dagas y una escopeta de aire comprimido. 

María Belén, debido a las operaciones a las que tuvo que someterse, ha perdido movilidad en parte de su cuerpo. Además, aún tiene una bala en la cabeza que los médicos no han querido extraer por el riesgo que supone. 

Por otro lado, Belén tiene un hijo dependiente y actualmente no puede hacerse cargo de él debido a sus secuelas. Belén tuvo que irse a vivir con sus padres y su hijo de 32 años, quien no habla, tuvo que ir a una residencia. Varias vidas se vieron truncadas esa fatídica noche al cruzarse sin querer con una persona que ni siquiera conocían, la cual terminó decidiendo el destino de todas ellas.

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