El pasado lunes de madrugada encontraron el cuerpo sin vida de una joven de 17 años en el municipio de El Rubio, en Sevilla. Su cadáver presentaba heridas de arma de fuego.
Tras el hallazgo, se detuvo a la pareja sentimental de la chica, Germán, un chico de 21 años de edad. Aunque al principio negó tener algo que ver con el crimen, finalmente terminó confesando que se trataba del autor del mismo.
En su primera versión de los hechos el chico mintió
En un primer momento, el joven explicó que ese día se encontraba con la chica en la parcela donde residían, una cochera. Germán salió a comprar tabaco y cuando regresó encontró a su pareja, Elia, muerta junto al arma.
El chico confesó que por miedo decidió tirar el arma al arroyo. Sin embargo, posteriormente terminó confesando que fue él mismo quien asesinó a Elia con un arma de fabricación casera.
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Los investigadores continúan en busca de dicha arma del crimen. Germán expresó haber arrojado el arma a la zona del río Blanco. Los agentes de la Guardia Civil llevan desde entonces tratando de localizar el artefacto mediante el uso de detectores de metales.
Se le atribuye un delito de homicidio por violencia de género y por tenencia ilícita de armas
El autor confeso del crimen también relató a los agentes que en el momento del asesinato la joven era su pareja. Es por ello que los investigadores acusan al joven de los delitos de homicidio en el ámbito de violencia de género y también de tenencia ilícita de armas.
Según ha podido saberse, fue la madre del detenido quien dio la voz de alarma a la Guardia Civil. Su hijo llegó al domicilio muy nervioso, explicando que había encontrado a Elia muerta y diciendo que creía que se había quitado la vida disparándose. Sin embargo, cuando los agentes acudieron al lugar de los hechos, no había ni rastro del arma del crimen.
Su muerte deja a toda una familia destrozada
La familia de la joven asesinada se encuentra ahora totalmente devastada. “Que te maten a tu hija... Lo mejor que me ha dado la vida y me lo han quitado”, expresa destrozado el padre.
El hombre explica que quiso advertir a su hija, ya que la familia de Elia tenía una especie de intuición. “Había rumores de que la maltrataba, yo la había visto arañazos”, confiesa el padre.
Su progenitor cuenta que el entorno de la víctima asegura que el novio “la pegaba”. Además, explica que “cuando se peleaba (con el novio) se venía a mi casa, pero se juntaba otra vez con él”. El hombre añade que su hija “había adelgazado los últimos meses”.
Elia es la novena mujer asesinada por violencia de género en lo que va de año. Se trata de la cuarta víctima mortal en Andalucía. Además, consiste en la primera chica asesinada a manos de su pareja o expareja que es menor de edad.