Esta semana, cumple dos años del doble atropello en Madrid que dejó a una pareja sin vida. Ahora, el caso se ha convertido en una complicada encrucijada de donde no paran de salir presuntos culpables que parecen haber sido sobornados para increparse. Sin embargo, familiares y testigos aseguran saber quién fue el verdadero autor del crimen.
Dos años de la muerte de Jessy y El Peke
El mortal atropello sucedió la madrugada del 27 de julio de 2020, en el restaurante de El Álamo en Madrid, durante la celebración de una pedida de mano. Antonio, alias El Peke, de 28 años, y su pareja Jessica, de 27, salían huyendo del interior del local, donde se había iniciado una pelea entre las dos familias.
Lo que inició con la riña por la elección de la música acabó por convertirse en una batalla campal con sillas, botellas y palos.
La pareja, junto a Lucía, de 18 años, subieron al coche y ya circulaban cuando un BMW negro les golpeó el vehículo dejándolo averiado, los tres ocupantes se bajaron y el conductor del otro vehículo los embistió. Antonio y Jessica murieron, y la joven Lucía sufrió heridas graves.
Aparecen falsos autores del crimen
Este pasado martes, 27 de julio, decenas de personas se manifestaban en Vallecas reclamando justicia por las víctimas. Desde que la pareja murió hace dos años, tres personas se han presentado ante las autoridades autoinculpándose falsamente del doble crimen. Los familiares exigen que se castigue al presunto responsable que se encuentra en libertad provisional, Jesús G.
Las investigaciones han llegado a la conclusión de que dos de las tres personas que se autoinculparon del delito fueron sobornadas por el supuesto autor. Ambos acusados de un delito de encubrimiento tenían el encargo de entregar 4.000 euros a un abogado con la promesa de que les conseguiría un puesto de feriante en varios pueblos.
Una llamada de autoincriminación falsa
Y así fue como, pasada la noche del mortal atropello, la Guardia Civil de Navalcarnero recibía la llamada de un letrado asegurando que su cliente reconocía ser el autor del homicidio. Los agentes citaron al abogado y al presunto culpable al día siguiente, pero ninguno de los dos se presentó. El joven se había arrepentido en el último momento y se había fugado con los 4.000 euros.
La misma tarde, otro joven de 24 años se presentó ante la Guardia Civil. Alí S., un iraquí en situación irregular en España, afirma haber atropellado a Jessy y El Peke. La versión que explica a los agentes es contradictoria e inverosímil, y estos lo descartan como autor del delito y como uno de los otros ocupantes del vehículo.
Encuentran el coche dentro de un camión de cervezas
Dos días más tarde de todas las mentiras presentadas, la policía encuentra el BMW con el que se atropelló a la pareja. Se encontraba oculto en el interior de un camión de cervezas y tenía una abolladura en la parte frontal. Se descubrió que el coche estaba a nombre de Jesús G., quien fue encontrado y detenido en marzo de 2021.
El hijo del principal sospechoso, de 17 años, se presenta entonces en la Fiscalía de Menores, declarando ser él el conductor en el momento del mortal atropello. Una historia más que es archivada por la poca credibilidad de lo explicado.
Se descubre el soborno por parte del principal sospechoso
En octubre de 2021, un joven se presentó ante la Guardia Civil para desvelar lo que realmente había sucedido la madrugada del 27 de julio de 2020. El chico contó a los agentes que el principal sospechoso, Jesús G., apareció en la caravana donde dormía la misma madrugada del delito.
Le ofreció 4.000 euros para que se declarase culpable y dejara algunas huellas en el asiento del conductor del BMW. Se concluyó que el sobornado era el mismo chico que no se presentó a la cita con el abogado y la policía al día siguiente del atropello.
En libertad bajo fianza el presunto homicida
Dos años después del crimen de El Álamo, el pasado 11 de julio, el juez dejaba en libertad bajo fianza a Jesús G., principal investigado por dos homicidios. Familiares y amigos de las víctimas consideran injusta esta decisión y temen que este pueda huir y no llegue a ser juzgado.