Tremendo shock el que se han llevado los vecinos de Colmenar Viejo (Madrid) tras conocer lo que sucedía en el seno de una familia. Y especialmente cómo vivían los hijos de un matrimonio, de 44 y 45 años, investigado por "malos tratos".
Allí vive Domingo junto a su mujer y ocho de sus 10 hijos. Desde hace unas semanas, el padre, médico en el Hospital Gregorio Marañón, y la madre han perdido cautelarmente la patria potestad de los ocho menores.
Todos los menores tienen entre cuatro y 14 años. Y ya han ingresado en un centro de acogida de la Comunidad de Madrid tras sufrir "malos tratos".
"Estaba en mi salón el pasado verano y escuché a mi hijo gritar 'fuego'. Bajó corriendo, alertando a otro vecino, y con un par de mangueras pudieron sofocar las llamas rápido. Algún niño de esa casa debía estar jugando con cerillas y... No me quiero imaginar si no estamos en ese momento", relataba una vecina de Colmenar a El Mundo.
Domingo y su mujer pierden la patria potestad de sus hijos de forma cautelar
"Las llamaradas eran muy altas, podía haber sido una desgracia. Mi hijo recriminó a la madre que siempre estaban solos". Así se explicaba una vecina del matrimonio, desolada por lo que tuvo que ver en aquel momento.
Por si fuera poco, cuentan que esa casa siempre ha estado cerrada a los ojos de todos, ya que nunca subían las persianas. "Las persianas siempre las he visto cerradas, desde que se instalaron hace 13 años... Es algo que me llama mucho la atención. ¿No ventilan ni cuando cocinan?", se pregunta esta mujer que vive a metros de la casa del médico.
Ambas casas son adosados de unos 500.000 euros con piscina comunitaria. "Un día vi a uno de los niños llorando en el patio... Como son tantos pensé que se les había olvidado fuera, jamás imaginé que podía ser un castigo".
Los vecinos no daban crédito a lo que estaba sucediendo en casa del médico
"Me acerqué a hablar con él para que se tranquilizara. Al rato, una de las hermanas subió un poco la persiana de la puerta y le dijo 'venga, pasa', y entonces entró. Me quedé alucinada".
Y es que lo que más le extrañaba a esta vecina era que apenas levantaban la persiana. Lo justo para poder pasar a duras penas. "El interior jamás lo hemos visto... Pero el patio ya veis como está", explicaba.
Además, estos niños supuestamente habrían sufrido ciertos castigos físicos por parte de sus padres. "Dicen que cuando lloraban les metían en el garaje, que está en el piso de abajo. Nosotros no oíamos nada", asegura esta vecina.
Cómo se fraguó la denuncia a los padres de los 8 menores
Otro de los vecinos de la zona le cuenta a El Mundo que una amiga de su nieta le dejó un libro a otra de las hijas de este matrimonio tan polémico.
"Las tres iban juntas a clase. Al padre no le debió gustar el libro y en lugar de devolverlo lo rompió... La niña le dijo a su compañera que no se lo podía volver a dar, que había desaparecido".
A raíz de ello, a la pequeña le preguntaron otras compañeras de colegio por ciertas cosas sobre su familia y no parecían normales. "Imagino que se lo comentarían a algún tutor o alguien del centro y ahí se empezaría a mover", cuenta este vecino.
Con todo, según el citado diario, la denuncia se interpuso desde el entorno del colegio Ángel León, donde estudiaban los hijos del matrimonio.
Eso sí, previamente hubo otras denuncias contra ellos. A Domingo y su mujer también les separa una orden de alejamiento por violencia de género. Actualmente, ambos se encuentran en libertad con cargos.