Este lunes 1 de mayo, la joven Claudia González Álvarez fue despedida por todos los que la querían en la iglesia parroquial del Corazón de María en Gijón.
Su muerte ha provocado un profundo impacto en la sociedad asturiana. Y todo después de que la joven de 20 años se quitase la vida, la semana pasada, en el Cerro de Santa Catalina. Lo hizo tras dejar una carta en sus redes en la que denunciaba haber sido víctima de acoso escolar en el Colegio de la Asunción.
Fue una despedida de lo más emotiva y el inmenso dolor fue tan desgarrador que la iglesia del Corazón de María se quedó pequeña para dar el último adiós a Claudia.
Homenaje desgarrador a Claudia, la joven que se quitó la vida tras denunciar acoso escolar
Hablamos de una chica que no pudo aguantar más el acoso sufrido cuando estudiaba en el Colegio de La Asunción. Una joven que siempre se mostraba alegre y cariñosa y que solía escribir cartas cargadas de sentimiento a la gente que más quería.
La última que escribió fue tan dura que anunciaba que aquellos que le acosaron consiguieron que ella se quitase del medio para siempre.
Sus padres, su hermano, su novio, el resto de su familia y sus mejores amigos estuvieron presentes en un funeral en el que los sentimientos estuvieron a flor de piel.
Nadie quiso faltar al último adiós a Claudia
"Fue una campeona que luchó con todas sus fuerzas para salir de la depresión que sufría desde hacía años", aseguraba su madre después de la ceremonia.
El discurso de la madre de Claudia dejó a todos los presentes más que consternados. El acoso escolar que la joven denunció antes de quitarse la vida lo puso así de manifiesto su propia madre.
"Lástima que en su corta edad, cuando su personalidad se estaba formando, un grupo de gente malintencionada, que, por supuesto, no se encuentra dentro de todo este maravilloso y cariñoso grupo que estáis aquí acompañándola, le cortara las alas para seguir siendo ella misma, y le anularan por completo su autoestima y su autoconfianza", comenzaba.
"Le hicieron sentirse inferior para siempre. El acoso no la dejó disfrutar de lo maravillosa que era, y no le permitió convertirse en la espectacular mujer que podría haber sido". Así lo expuso su madre, describiendo a su hija como "la mejor hija del mundo, mi confidente, mi amiga", continuaba en medio de un sepulcral silencio.
Una chica familiar, alegre y amiga de sus amigos
Claudia era una chica muy familiar a la que le encantaba pintar con su abuelo, jugar con sus primos pequeños y darle achuchones a su perra, Danita. Claudia siempre dijo, por activa y por pasiva, que tenía "la mejor familia del mundo".
Javier, su novio, "le hizo pasar sus últimos días ilusionada y feliz", cuenta la madre de la fallecida en un día que jamás olvidará, por desgracia. Lo cierto es que Javier tocó en el funeral de despedida dos piezas con violín para homenajear a la que fue su novia. Este fue uno de los momentos más emotivos de la misa en homenaje a Claudia.
El gran objetivo de la familia, que no encuentra consuelo tras esta dolorosa pérdida, es que "nunca nadie la olvide". Tampoco quiere que la olviden su médico Eduardo.
Este profesional fue quien "la devolvió a la vida en sus momentos más duros". Fue importante para ella su querido Sensei y sus amigos del Ninjitsu, una arte marcial que le puso una sonrisa por momentos, aunque finalmente Claudia no pudo más. Y decidió quitarse la vida para desgracia de todos aquellos que le profesaban un gran amor y cariño a este joven gijonesa de 20 años.