La pasada madrugada del lunes, un hombre, David, acabó con la vida de su pareja y de la hija de esta en Valladolid. Paloma y su hija, de tan solo 8 años, fueron las víctimas mortales de un asesinato a sangre fría. El hombre las acuchilló provocándoles heridas a las que era imposible sobrevivir.
Tras producir el crimen decidió llamar a su hermana para contarle lo sucedido. Pero al otro lado de la línea contestó la pareja de esta.
Fue la persona a la cual David confesó el crimen. “He hecho algo malo. He matado a Paloma”, sentenciaba el asesino.
El asesino del doble crimen trató de suicidarse tras sus actos
Mantuvo una corta conversación bajo los efectos del alcohol y posteriormente se autolesionó para intentar suicidarse, pero no lo consiguió. Se realizó cortes en las muñecas y en el pecho.
El cuñado dio rápidamente el aviso a emergencias para contar el contenido de la conversación que había tenido unos instantes antes con David. Explicó al 112 que el asesino estaba en su casa, pero él no sabía donde vivía.
Fue precisamente ese el motivo por el que la Policía Nacional se dirigió en primer lugar a la vivienda de la víctima. Cuando se presenciaron en el lugar con una unidad de Bomberos, se encontraron con que la puerta de la entrada al domicilio estaba atascada.
De esta manera, los bomberos tuvieron que romper una de las ventanas del piso y subir la persiana para poder acceder al interior. Cuando lo hicieron se encontraron con el peor de los escenarios. Hallaron a la pequeña India sin vida en el salón.
David terminó con la vida de la menor propinándole varias puñaladas por la espalda. Unos metros más allá, en la cocina, encontraron a Paloma asesinada también por múltiple apuñalamiento. En la misma pieza estaba David, el autor del doble crimen.
En el interior del domicilio también hallaron dos cuchillos ensangrentados, que serían los que determinarían la confirmación de la autoría de los asesinatos.
David Maroto, un maltratador con antecedentes penales
El asesino, David Maroto Lentijo, ya presentaba antecedentes penales por violencia de género hacia una de sus anteriores parejas. Su expareja lo denunció por vejaciones en el año 2017. Sin embargo, esta retiró la demanda para no perjudicarle.
Tienen un hijo en común y desde entonces el hombre había intentado suicidarse en distintas ocasiones.
Posteriormente fue cuando conoció a Paloma. La familia de Paloma trabajaba en un negocio que distribuía material de peluquería y estética.
David, en la actualidad, trabajaba para la familia de ella. Apenas llevaban un año de relación cuando David decidió terminar con la vida de Paloma.
La delegada del Gobierno en Castilla y León confirmó que el horrible caso se trata del primer caso de violencia machista de este año en Castilla y León.
Por su parte, el asesinato de India, la niña de 8 años, consiste en el primero de una víctima menor de edad en la comunidad desde 2013. Es el año en el que comenzaron a haber registros.
Paloma “era una mujer muy jovial, alegre y supereducada, un cielo de persona”. Así lo consideraba Javier Iglesias, el dueño de la Cafetería Granier, la cual está situada justo debajo del domicilio de las víctimas.
“Vivían aquí tanto la pequeña como la madre. Él era una persona más seria y distante en el trato”, añadía Javier.
Por su parte, India era hija única y formaba parte de actividades extraescolares en el colegio en el que cursaba sus estudios. El centro educativo se encuentra completamente consternado tras saberse la terrible noticia.
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