David es un agente de la Policía Nacional destinado en una ciudad de Andalucía. Sin embargo, paralelamente ejercía como actor de películas porno junto a su pareja en su tiempo de ocio. Este hecho ha comportado que el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) haya suspendido su actividad como policía durante seis meses.
El Tribunal considera que no es compatible combinar el trabajo como agente y el trabajo como actor porno. El motivo del Tribunal es que dicha actuación colabora “al desprestigio y al deterioro de la imagen de profesionalidad y seriedad” del Cuerpo de Policía. Según la sentencia dictada, considera que es una falta muy grave.
La investigación del caso se originó en noviembre de 2018. Cuando el Tribunal tuvo acceso a sus perfiles en distintas redes sociales.
Al agente se le reconocía en la actividad que ejercía
Observó que David se presentaba en dichas redes con un seudónimo y bajo la profesión de actor porno. “Siendo totalmente reconocible en algunos de los fotogramas que aparecen en dichas redes, algunas de alto contenido sexual”, indica la sentencia del Tribunal.
No solo eso, sino que además el agente tenía adjuntado un mail para todo aquel que quisiera contratarle. Ya que “actuaba en salas especializadas, realizando espectáculos pornográficos en directo y vídeos de la misma temática”. Este hecho confirmaría que David cobraba por su actividad.
Además, en su momento, los agentes de Asuntos Internos que investigaban el caso tomaron declaración a la que entonces era su expareja. La mujer confesó que ella cobraba 300 euros por escena, sin embargo, expresó que lo habitual es que la actriz cobre mientras que el actor no suele hacerlo.
Por otro lado, el funcionario tampoco solicitó una compatibilidad a la Dirección General de la Policía para poder llevar a cabo esta vocación. Sin embargo, se le hubiera denegado la solicitud porque supone “un deterioro para la imagen y prestigio de la Policía Nacional”, sin importar que la actividad fuera bajo remuneración o no.
El funcionario presentó un recurso apelando a que no cobraba ni se identificaba como policía
El agente presentó un recurso en el que argumentaba que el perfil que tenía en sus redes sociales, donde figuraba como actor porno, era privado. Es decir, el perfil no figuraba público para todo el mundo. Además explicó que sus derechos de imagen los había cedido a una productora y él desconocía si la productora cobraba por el contenido que hacía.
En cualquier caso, David afirmó no cobrar por la prestación de estos servicios. Participaba en la actividad como amateur, jamás lo hizo como profesional. Asimismo, siempre sin “cobrar por derechos de imagen, ni identificándose como policía nacional, ni usando su nombre personal”.
Sin embargo, el TSJM afirma que David, al incluir su imagen y promocionar su labor como actor, hizo que el público y compañeros lo reconocieran. Además, el Tribunal afirma que hay gran cantidad del contenido en Internet que es de carácter público.
Asimismo, la sentencia apunta que hay presentes indicios que indican que el actor cobraba por su trabajo, ya que en su perfil aparece que trabaja como actor pornográfico. Se terminó desestimando el recurso presentado por el funcionario.
Así pues, para el TSJM queda más que argumentada la intención del agente de querer sacar una compensación económica con dicha actividad profesional privada. Recalca que la sanción se aplica debido a la incompatibilidad de ambos trabajos. Por una parte por su carácter remunerado y por otra parte por contribuir a perjudicar la imagen del Cuerpo Nacional de Policía.
Es por ello que el Tribunal declaró la suspensión de su actividad en noviembre de 2020 durante seis meses de sus funciones como policía. Además, dictó que el agente debía pagar 500 euros.
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