Escabroso suceso el que tuvo lugar hace unos días en Enguera (Valencia). Un joven, de 24 años, fue detenido como supuesto autor del apuñalamiento y la muerte de su madre, Cristina, en un camping ubicado en la mencionada localidad valenciana.
El pasado domingo, 16 de abril, alrededor de las 23 horas, la policía recibió “un aviso por el posible apuñalamiento de una mujer en un camping del término municipal de Enguera”. La víctima era Cristina C. G., que fue apuñalada por su hijo, Marcos, de 24 años, en el camping Los Carasoles en Enguera.
El asesinato se habría producido en una zona recreativa ubicada, cercana a las cabañas del camping. Aunque se desconocen los motivos por los que se encontraban en ese lugar a la hora de cenar.
Varios agentes del Servicio de Ayuda Médica Urgente (SAMU) y de la Guardia Civil se desplazaron hasta el lugar de los hechos. Sin embargo, cuando llegaron solo pudieron confirmar la muerte de Cristina, de 54 años de edad.
Marcos padecía una enfermedad mental
Instantes después de la certificación del fallecimiento de Cristina, agentes de la Guardia Civil detuvieron a Marcos, su hijo, como presunto autor del crimen. El joven fue quien dio el aviso al 112 y, tras lo ocurrido, llamó a su hermano mayor y confesó el homicidio.
Según señala el medio Las Provincias, el hijo de Cristina padece una enfermedad mental y, además, tenía problemas con las drogas. Aunque todavía no ha transcendido si eso pudo influir a la hora de cometer el crimen. Eso sí, el joven no opuso ningún tipo de resistencia a la autoridad cuando fue detenido.
“Salió con los brazos en alto, lo tumbaron de espaldas y lo esposaron cuando dijo que había matado a su madre”, relatan algunos testigos al citado medio.
Madre e hijo eran originales de Chella, otro municipio de la Comunidad Valenciana. Y según señala El Español, el Ayuntamiento de Chella apunta que los servicios sociales no tenían constancia de los problemas del joven.
Algunos vecinos de Chella, localidad donde era muy conocida Cristina, señalan que la enfermedad que padecía Marcos era la “esquizofrenia”, según relata El Español.
Todo era normal a ojos de las personas que rodeaban a Cristina y Marcos
El citado medio señala que los clientes que estaban instalados en las cabañas cercanas a la de Cristina y Marcos en ningún momento escucharon gritos, ni nada que hiciera saltar las alarmas. Así pues, se enteraron de lo sucedido cuando la ambulancia y la policía llegó al camping.
“Cristina había comprado dos bocadillos para cenar con su hijo”, relatan algunos testigos.
Quienes estuvieron con Cristina en sus últimos instantes de vida, no dan crédito a lo sucedido. “Estuvimos toda la tarde con ella, dando una vuelta por los alrededores y tomando una cerveza en el restaurante, y sobre las diez y media volvimos a casa”, explica una testigo en Las Provincias. “Aún no nos lo podemos creer”, añade.