Jesús, el joven de 18 años asesinado la noche de Halloween en Palomares del Río, Sevilla, ha sido despedido en un multitudinario funeral. El féretro del joven apuñalado ha sido acompañado por centenares de vecinos. Su madre, Mamen, ha querido despedirse de él con unas emotivas palabras.
“Gracias de corazón a todos. Mi hijo Jesús nació, creció y estuvo con nosotros aquí, en Palomares, con toda su alegría e ilusiones siempre. Yo no lo entiendo, no puedo, un beso para todos de su parte y nuestras, siempre con nosotros, mi Jesusito, mi mosquetero”, reza el mensaje en Facebook.
Además, se ha iniciado una campaña en Change.org para pedir justicia para Jesús y que encuentren a los asesinos. Precisamente en esta línea, la policía ha ofrecido novedades sobre el apuñalamiento mortal. Los agentes investigan a una pandilla de cinco jóvenes como sospechosos del asesinato.
Hacen una petición
Jesús volvía a casa después de haber estado en la fiesta de Halloween cuando fue atacado por un grupo de personas. Le agredieron con barras extensibles y un arma blanca enfrente de su casa. De momento hay un detenido menor de edad, aunque la policía investiga a un grupo más amplio de cinco personas.
“Nuestro hijo Jesús fue asesinado brutalmente en la puerta de casa cuando volvía de estar con amigos”, se puede leer en la campaña de Change.org. Recogen firmas para hacer justicia por el joven asesinado en Palomares del Río. Le recuerdan como “un niño excelente, cariñoso y social”.
También afirman que “se abalanzaron como animales, por el gusto de matar, lo eligieron como presa”. Por eso piden “que se cambie la ley y que esos desgraciados aunque sean menores sean tratados como adultos y vayan a la cárcel”. De momento, el único arrestado ha sido enviado a un centro de menores.
La principal hipótesis
La Policía Judicial de la Guardia Civil de Mairena investiga la muerte violenta de este joven de 18 años la Noche de Halloween, en Palomares del Río. Un joven se entregó a la policía, y ha sido internado en un centro de menores por orden de la Fiscalía. Pero las sospechas de la policía apuntan a un grupo más amplio.
Todos los indicios se dirigen a una pandilla juvenil de Coria del Río y sus aledaños, formada por cinco jóvenes. A ella pertenecería el único detenido por ahora, y la prioridad ahora es encontrar al resto. La principal hipótesis es que Jesús podría haber pillado ‘in fraganti’ a esta banda de ladrones mientras volvía a casa.
Los agentes tratan de identificar a los cinco miembros de esta banda y determinar el grado de participación de cada uno en el asesinato. Desde el principio tenían claro que agresores y víctima no se conocían, y que fue un ataque al azar. Esto coincide con la hipótesis oficial que plantea la policía.
Indignación en Palomares
Lo que se sabe por ahora es que Jesús volvía a casa cuando en la calle Federico Moreno Torroba fue agredido por varias personas. El 112 recibió la llamada de alerta a las 03:45 horas y los servicios médicos intentaron reanimar a la víctima. Finalmente murió debido a la puñalada que presentaba en el pecho.
Jesús era un joven sociable y extrovertido que nunca se metía en líos y que jamás había tenido problemas con nadie. Por eso desde el principio se descartó el ajuste de cuentas y se pensó en un ataque aleatorio. Más tarde se estableció la hipótesis de que por casualidad vio algo que no debería haber visto.
Los vecinos de Jesús le despidieron entre lágrimas en el funeral, donde además de una profunda tristeza dominaba la sensación de indignación. En las redes sociales se han quejado de la falta de seguridad en el municipio. Los agentes se mantienen en alerta ante las posibles represalias.
Jesús, el niño que quería ser policía
Han hecho falta dos coches fúnebres para enterrar a Jesús, uno para llevar los restos mortales y otro para las numerosas coronas de flores. Y es que han sido muchos los que han querido despedirse de él, desde familiares y amigos hasta entidades e instituciones. El suceso ha marcado profundamente esta localidad.
Jesús acababa de comenzar la carrera de Turismo en la Universidad de Sevilla, y su sueño era convertirse en policía. Pertenecía al club de Remo de Guadalquivir, cuyos miembros se encuentran devastados por su pérdida. Muchos adolescentes estuvieron presentes en el último adiós a este muchacho.
La comitiva fúnebre estuvo integrada también por el alcalde, Manuel Benjumea, que declaró tres días de luto oficial. Saben que ya nada volverá a ser igual después de este crimen, pero quieren evitar que haya una escalada de tensión en el pueblo. Para ello es crucial que detengan a los asesinos cuanto antes.