La borrasca 'Filomena' que nos está afectando durante este tramo final de la semana de Reyes, nos está complicando mucho el tiempo con nevadas que podrían convertirse en históricas en el centro peninsular. Es por ello que es importante recordar cómo se debe actuar cuando tenemos que conducir nuestro vehículo en esas circunstancias por nuestras carreteras españolas.
- GRATIS: Te mandamos totalmente GRATIS al Facebook las novedades de la gran nevada en tu provincia y España: previsión, carreteras cortadas, incidencias. ¡PINCHA AQUÍ, te encantará!
Aunque parezca una obviedad, nunca está de más recordar que hay que incrementar la prudencia y precaución al volante, y no salir de casa si no es estrictamente necesario. Es importante circular de forma tranquila realizando un manejo suave del vehículo, sin reacciones bruscas. El menor agarre de los neumáticos al pavimento puede conllevar con mayor facilidad la pérdida de control del coche. De todos modos, la mayoría de vehículos actuales equipan control electrónico de estabilidad que ayuda a mantener la trayectoria.
Además de estos consejos, tanto Protección Civil como la DGT (Dirección General de Tráfico) también recomiendan una serie de consejos para evitar incidentes destacables en las vías. Entre las cuáles, destacan y son obligados por civismo los siguientes comportamientos al volante:
- No adelantar a un vehículo bloqueado por nieve en carretera sin estar completamente seguro de poderlo hacer, dejando la vía libre después de realizar la maniobra.
- No pararse nunca en la calzada, aparcar fuera de la carretera y no abandonar el vehículo más que estando seguro de poder llegar a una casa o refugio para solicitar ayuda.
- No adelantar a una máquina quitanieves mientras se encuentre trabajando.
¿Qué son y cómo evitar el subviraje y el sobreviraje?
Si en una curva sufrimos un subviraje, es decir, el vehículo se va de morro, debemos levantar el pie del acelerador para recuperar la trayectoria. En el caso de que se descontrole la parte posterior (sobreviraje), hay que girar el volante en la dirección opuesta. Así pues, debemos orientar las ruedas hacia el mismo lado hacia donde derrapa la parte trasera. Es importante deshacer el giro justo a tiempo para tener la dirección bien orientada cuando se recupere la adherencia del eje trasero.
Sobre superficies resbaladizas, la distancia de frenado aumenta de forma notable. Según el RACE, «la distancia total de detención (reacción + frenada) es de 57 metros cuando se conduce en condiciones soleadas y a 90 km/h, una cifra que sube hasta los 89 metros cuando la calzada está mojada, pero que se puede llegar a multiplicar por 10 si hay placas de hielo. Por ello es muy necesario incrementar la separación con el vehículo precedente».
Neumáticos de invierno
Los vehículos calzados con neumáticos de invierno ofrecen un mejor comportamiento en estas situaciones, pues garantizan un mayor agarre y tracción. Además, el dibujo de la banda de rodadura, más recortado y profundo, drena mejor el agua y reduce el riesgo de sufrir aquaplanning. Cabe señalar que estos neumáticos solo son recomendables durante los meses más fríos del año en zonas donde la temperatura habitual es inferior a los 7 grados.
Si no tenemos, obligatorio cadenas
Su uso evita tener que montar cadenas cuando sea obligatorio. Estos días, ante el riesgo de que nieve a cotas muy bajas, es conveniente llevar en el maletero un juego de cadenas, que deberán montarse en las ruedas motrices del coche. Hace unas semanas se hizo viral un vídeo en el que un automovilista no podía avanzar por haber colocado este accesorio en el eje equivocado.
¿Cómo jugar con el motor y la caja de cambios?
Sobre pisos resbaladizos es aconsejable arrancar el coche con la segunda velocidad engranada porque ayuda a evitar que patinen las ruedas motrices. Una vez en ruta es recomendable circular con la marcha más larga posible a un nivel bajo de revoluciones. Bajo ningún concepto se deben realizar aceleraciones y frenadas bruscas.
Para reducir el ritmo es mejor levantar el pie del acelerador. Cuando no exista otra alternativa que frenar, primero hay que utilizar el freno motor bajando marchas y después pisar el pedal progresivamente. También hay que evitar dar volantazos, por lo que resulta clave anticiparse visualmente al trazado. Cuanto más lejos mire el conductor, podrá realizar movimientos con mayor antelación y evitar situaciones de riesgo que puedan acabar en un accidente.
Ojo con las pendientes
Debes tener especial cuidado con las subidas, bajadas e inclinaciones laterales del asfalto, ya que en ellas es más fácil perder el control del coche. Es importante intentar no detenerte nunca por completo y mantener una inercia que te ayude a avanzar. Si no te queda otra salida y tienes que parar, volver a reanudar la marcha puede ser realmente complicado. En este caso, mover la dirección, poner algo bajo las ruedas y desconectar los controles de tracción puede ser de ayuda.
Si nieva poco, seguir las roderas... Si nieva mucho, trazada nueva
Es muy importante saber leer la superficie de la carretera para comprender cómo influye en el agarre del coche. Debes saber que la nieve recién caída, agarra más que cuando está compactada, donde además podrían aparecer placas de hielo. En caso de que no haga mucho frío ni haya mucha nieve, lo mejor es seguir las roderas o huellas que van dejando los coches que han pasado por la carretera antes que nosotros. En cambio, si ha nevado mucho y las temperaturas son muy bajas, la nieve de la rodera estará muy compactada y agarrará menos, por lo que es aconsejable salirse de la rodera en caso de tener que hacer una frenada fuerte.