Una de las obsesiones de los astrónomos desde todos los tiempos es hallar vida extraterrestre o, al menos, encontrar planetas parecidos a la Tierra que puedan ser habitables. De hecho, en los últimos años se han descubierto planetas que podrían ser muy parecidos al nuestro debido a su distancia respecto a su estrella, pero ahora los expertos han confirmado que uno de ellos es especialmente probable que sea habitable.
Se trata del TOI-700d, un exoplaneta rocoso situado en una estrella enana roja de la Vía Láctea que está, ni más ni menos, a 102 años luz lejos de la Tierra. Según los primeros datos del nuevo hallazgo, el tamaño del nuevo planeta sería comparable al de la Tierra y se ubica ni muy lejos ni muy cerca de su estrella tipo M, cosa que facilitaría la presencia de agua líquida en su superficie.
Así lo han confirmado tres estudios publicados recientemente y firmados por investigadores del Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian, que basan sus datos en los descubrimientos llevados a cabo desde el satéliteTESS. Este aparato se encarga de barrer el espacio que llega a ver en busca de nuevos planetas rocosos y pequeños como el nuestro en estrellas cercanas al Sistema Solar para que los científicos los investiguen posteriormente.
El planeta más interesante hallado
TESS detectó a varios exoplanetas potencialmente habitables, pero el que más se adapta a las condiciones idóneas de vida es el TOI-700d, con un radio similar a la Tierra, 2,1 masas terrestres y probabilidades claras de agua líquida en su superficie. Sus años duran 37,42 días, lo que tarda en dar la vuelta a su estrella.
Está mucho más cerca de su estrella que Mercurio, pero al tratarse de una enana roja mucho más débil que el Sol no abrasa al planeta. Por tanto, la poca actividad estelar evita la destrucción de la atmósfera de este planeta y favorece la vida en él, con una radiación parecida a la que recibe la Tierra y una alta probabilidad de contar con agua líquida.
Ahora será el turno de las investigaciones a fondo por parte de los expertos para determinar la habitabilidad completa de este planeta, aunque nadie podrá llegar hasta él, al menos con la tecnología de la que disponemos ahora. Lo que está claro que, entre los cerca de 200.000 millones de estrellas que hay en la Vía Láctea con sus propios sistemas planetarios, seguro que hay algún planeta habitable parecido a la Tierra o con vida ya existente en él. De lo contrario, qué desaprovechado estaría el espacio, ¿no?