La Guardia Civil confirmó ayer jueves que el cadáver encontrado el martes, en una finca de Valdepeñas, corresponde al empresario desaparecido el verano pasado en Manzanares.
Así lo ha determinado el análisis biológico practicado a los restos humanos que los investigadores hallaron en el interior de un pozo. Juan Miguel Isla Fernández desapareció cuando se dirigía a vender un terreno en propiedad.
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Hasta ahora, hay dos personas detenidas, acusadas de participar en los hechos. El primero, considerado como principal sospechoso, es el propietario de la finca donde aparecieron los restos e intermediario en la venta del desaparecido. El segundo, otro hombre que ha sido enviado a prisión comunicada y sin fianza acusado de un presunto delito de homicidio o asesinato.
Además de estas dos personas, según informa EFE, fuentes de la investigación han confirmado que los agentes están investigando a una tercera persona que podría también estar implicada. Asimismo, ayer, a pocos kilómetros de Manzanares, la Guardia Civil y otros especialistas continuaron con los registros en una finca vinculada al desaparecido. Ambos detenidos han estado presentes en este registro.
La Guardia Civil investiga la implicación de una tercera persona
El pasado 22 de julio, Juan Miguel Isla había acudido a una reunión de negocios con un intermediario, muy conocido en su pueblo, Manzanares. Hasta allí se dirigían para realizar la venta de una finca familiar del desaparecido. Al llegar, cobraría en metálico los 50.000 euros que le adeudaban.
Tras ello, se le perdió el rastro y ya no se supo más sobre su paradero. Su vehículo fue encontrado abandonado en el extrarradio de Albacete el pasado 25 de enero. El Servicio de Criminalística lo analizó hasta encontrar importantes pistas que llevaron a los agentes hasta el pozo donde se hallaron los restos.
La Guardia Civil llevaba un año tras la pista del intermediario, al ser la última persona que vio al desaparecido antes de cobrar esa gran cantidad de dinero. Además, también estaba siendo investigado por la desaparición de Jesús María González Borrajo en el verano de 2019. Al hombre también se le perdió la pista en Manzanares tras vender dos coches de alta gama con ayuda de este mediador.
Ahora, los resultados de la autopsia determinarán la causa de la muerte del empresario. Por el momento, la investigación continúa y está siendo dirigida por el Juzgado de Instrucción número dos de Manzanares.