Débora Morais, una mujer de 39 años y origen brasileño residente en Málaga, quería poner punto final a la relación con su marido Fernando. El 28 de marzo tuvieron una discusión y él la estranguló y la enterró en cemento. Después orquestó una coartada para hacer creer que había desaparecido.
Fernando enviaba mensajes al móvil de Débora cuando esta ya estaba muerta. Contó a su entorno y a la policía que su mujer había vuelto al Brasil y que temía que volviera para llevarse a sus dos hijas de 5 y 17 años. El entorno le creyó, pero la policía empezó a ver cosas sospechosas.
Seis meses después del crimen lo citaron en comisaría y lo sometieron a un interrogatorio durante más de cinco horas. El hombre, de 40 años, se derrumbó y confesó haber matado a Débora en un arrebato machista. El juzgado de instrucción ha ordenado su ingresó en prisión provisional sin fianza.
Discutieron y la estranguló
Débora Morais Dos Santos se estaba separando de su marido y tenía la intención de empezar los trámites del divorcio. La vida junto a Fernando era un infierno para ella, y apenas unos días antes de su desaparición tuvo un ataque de ansiedad. Aunque quería irse de casa, él no lo aceptaba.
El 28 de marzo se desató una discusión entre ambos en el domicilio familiar. Fernando se negó a aceptar la decisión de su mujer y, según ha confesado, tenía miedo de perder la custodia de sus dos hijas. Asegura que Débora lo amenazó con denunciarlo por violencia de género, y entonces la estranguló.
“Fue un arrebato”, dijo Fernando durante su confesión a la policía. Después los condujo hasta el lugar donde había enterrado el cadáver, una nave de su propiedad en el polígono La Estrella de Málaga capital. Hizo un adujero en el suelo, enterró el cuerpo envuelto en bolsas, y lo volvió a pavimentar.
Quería abrir un bar en esa nave
Las labores para desenterrar el cuerpo se extendieron desde la noche del pasado viernes hasta altas horas de la madrugada. Los bomberos tuvieron que retirar la maquinaria pesada que había colocado sobre el lugar. Luego tuvieron que picar el pavimento hasta que apareció el cuerpo de Débora.
Las cámaras de El Programa de Ana Rosa de Telecinco se han acercado hasta el polígono y han mostrado en exclusiva el interior de la nave. Han captado incluso el agujero en el que el asesino enterró a su mujer. Allí fue hallada junto a sus bolsos, sus pertenencias, y su documentación.
Los vecinos y allegados coinciden en señalar la fría actitud que mantuvo durante todos estos meses. Lo vieron el día antes de la detención en actitud tranquila y sin levantar ninguna sospecha. Visitó una tienda de cristales y aluminio para pedir presupuesto, porque quería abrir un bar en esta nave.
‘Nos has abandonado’
Todos creyeron a Fernando cuando dijo que Débora se había ido a Brasil y que temía por sus hijas. Todos, menos la policía, que durante seis meses ha estado llevando una intensa investigación con silencio y discreción. Su labor ha dado frutos, y finalmente el asesino lo ha confesado todo.
A los agentes no les cuadraba que Débora se hubiera ido sin sus hijas, ya que según la familia era lo que ella más quería. Analizando el posicionamiento del móvil del sospechoso, se dieron cuenta de que no coincidía con su versión. A partir de ahí, empezaron a estrechar el cerco sobre él.
“Nos has abandonado” es uno de los mensajes que el asesino había enviado al teléfono de su mujer para despistar a los investigadores. Los agentes no le creyeron y consiguieron que confesara tras un interrogatorio muy duro. Él ya está en prisión provisional, mientras en el vecindario sigue la conmoción.