Cipriano Pena falleció hace dos semanas en Namibia. El hombre era jefe de máquinas del Natale Senior, un buque en el que se encontraba trabajando para Nueva Pescanova.
Sin embargo, el destino decidió que era la hora de Cipriano, puesto que perdió la vida tras sufrir un atropello. El incidente tuvo lugar en la ciudad de Walvis Bay, en Namibia.
Cipriano era originario del municipio de la Ribeira, situado en la costa oeste de la provincia de La Coruña, en Galicia.
El trágico accidente
El suceso se produjo cuando Cipriano regresaba al barco para descansar. El hombre venía de tomar algo con sus compañeros de trabajo en un local de la zona. Fue entonces cuando Cipriano fue atropellado mientras caminaba por la acera.
Algunas fuentes próximas a la víctima expresaron que alguien dio el aviso a los servicios de emergencia. Las fuentes explicaron que los servicios tardaron en llegar al lugar del atropello.
Cuando acudieron al lugar, trataron de reanimar a Cipriano, pero no tuvieron éxito y no lograron salvar su vida. Por su parte, la policía de Namibia consiguió detener al conductor responsable del atropello.
Tras el fallecimiento, se tuvo que proceder a la repatriación
Desde el momento de su muerte se dio comienzo a un largo y complejo proceso burocrático, con el fin de llevar a cabo su repatriación. Semanas después se ha podido completar el procedimiento.
NOVEDAD WHATSAPP: Pincha aquí para recibir GRATIS los sucesos de España en WhatsApp
Los restos mortales de Cipriano ya se hallan en Madrid y, según lo previsto, deben llegar al ‘Tanatorio do Barbanza’, en Xarás, durante la tarde de este lunes. Será el martes por la mañana cuando se velará al fallecido.
Familiares y amigos se podrán despedir de él en una última ocasión. Tras la ceremonia, la familia incinerará al hombre en un acto privado e íntimo.
Una de las hijas de Cipriano expresaba que “por fin podemos poner final a todo esto”. Cipriano tenía 59 años de edad y tan solo le quedaba un total de cuatro meses para poder jubilarse. El hombre llevaba casi 25 años trabajando para la compañía de Pescanova.
Una familia que se encuentra destrozada y sin dar crédito a lo sucedido
“Como fue tan repentino y estamos acostumbrados a que esté fuera por largas temporadas, todavía no lo creemos en absoluto”, expresaba la familia.
Sin embargo, sus planes de jubilación se vieron truncados ese fatídico día que lo atropellaron. Los familiares se encuentran muy agradecidos por la agilidad del proceso de repatriación. Agradecen tanto al consulado como a la empresa en la que trabajaba el fallecido por toda la tramitación llevada a cabo.
“Cuando es algo así, tan sorprendente, que estás en casa tranquilo un domingo y te llaman para decirte que tu padre ha muerto, es muy fuerte. Ahora por fin podemos empezar el duelo y empezar a aceptarlo”, explicaba la hija de Cipriano.