Este domingo 8 de enero fue hallado el cuerpo de una mujer flotando en el mar. Ocurrió en una playa de Marbella, en Málaga, concretamente en la zona de Las Chapas.
El cuerpo pertenecía a una mujer de entre unos 30 y 35 años, y se encontraba sin cabeza y sin manos. Además, presentaba una raja en el abdomen.
Hubo varios testigos que presenciaron la aparición del cuerpo en el agua. La zona en la que se encontró el cadáver está llena de restaurantes. Es la razón por la que muchos de los clientes, entre ellos niños, vieron el espantoso hallazgo.
Uno de los comensales avisó a un camarero de lo que había en el mar. Advirtió al trabajador de que le pareció ver un “cuerpo flotando boca abajo en el agua”.
Este, a su vez, pensó que el cuerpo que había visto el cliente era una muñeca, por el color que presentaba su piel. Sin embargo, “en 5 minutos fue arrastrado por la corriente y se quedó enganchado a las rocas”, comentaba el camarero.
Cuando el oleaje acercó el cuerpo mutilado a las rocas, los testigos no daban crédito a lo que veían
En un primer momento se creyó que la persona que flotaba en el mar se trataba de alguien que se estaba ahogando. Por ese mismo motivo llamaron en primer lugar al Centro Inteligente de Mando, Comunicación y Control del 091 de la Policía Nacional. Desde la central les denegaron la entrada al agua debido a que ese día se encontraban en alerta amarilla, ya que había fuertes vientos.
Sin embargo, cuando el mar arrastró el cuerpo y todos se aproximaron para ver de qué se trataba, se toparon con la macabra situación. Según los allí presentes, “el espectáculo era dantesco”.
Los testigos llamaron a la Policía para que acudiera al lugar de los hechos. Se envió una patrulla de la Brigada de Seguridad Ciudadana de la comisaría de Marbella.
Una vez allí determinaron que la mujer podría llevar entre 24 o 36 horas muerta. La principal hipótesis que se baraja está centrada en un “ajuste de cuentas”, a pesar de que no se descarta ninguna otra opción.
No constan denuncias por la desaparición de la víctima. Además, al no tener cabeza ni manos, se complica la identificación del cadáver. Debido a que no se pueden tomar huellas dactilares se dificulta la labor.
Es el motivo por el cual se tendría que llevar a cabo una prueba de ADN. Sin embargo, es una prueba que también resultaría compleja de realizar, según explican fuentes cercanas al caso.
Sin embargo, horas después del hallazgo, se detuvo a un presunto culpable de la muerte de la mujer. El hermano de la asesinada declaró ante la policía que pudo reconocer a su hermana que había desaparecido. Explicó que fue gracias a un vídeo que vio publicado en las redes sociales.
El hombre sospechoso fue detenido por la Policía, ya que se había saltado la orden de alejamiento que tenía impuesta sobre su expareja.
Por su parte, Loles López, la consejera de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad de la Junta de Andalucía, ha realizado un llamamiento a combatir "contra todo tipo de violencia".
“Coger al culpable y que pague con todo el peso de la ley. Y, sobre todo, hay que luchar para que nunca vuelva a ocurrir”. Manifestaba la consejera en relación al caso.