Después de un verano que ha batido todos los récords de calor, España se prepara para un otoño de lo más atípico. Las temperatura parece que no bajarán en los próximos días. La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha anunciado la llegada de un “arreón térmico” con temperaturas de hasta 33 grados.
Según esta previsión de la agencia meteorológica, el termómetro superará los treinta grados en algunos puntos del sur del país. En los próximos días volverán las noches tropicales con temperaturas entre cinco y diez grados por encima de lo normal. Esto alargará el veroño hasta las mismas puertas de noviembre.
Los expertos advierten de las terribles consecuencias de esta nueva subida de los grados, ya que el país arrastra un grave problema de sequía. Este año el frío y la lluvia tardarán en llegar, alargando el problema de la falta de agua. Se trata sin duda de una situación fuera de lo normal en España.
Llega un arreón térmico
Según la previsión del tiempo, encaramos la recta final de octubre con altas temperaturas y sin demasiadas lluvias. Sólo se esperan chubascos en el noroeste peninsular, mientras que en el resto seguirá el calor y la sequía. Los meteorólogos ya han avisado que debemos prepararnos para un “arreón térmico”.
No se trata de un fenómeno reducido a España, sino que el arreón térmico afectará en general a todo el continente europeo. Parece una buena noticia ya que estamos a las puertas de un invierno complicado con la crisis energética. Pero en realidad estas temperaturas en otoño son una anomalía climática.
La subida de los termómetros nos dejará una situación atmosférica muy parecida a la de las olas de calor este verano. Aunque no se espera llegar a temperaturas tan altas, la masa de aire cálido se extenderá por buena parte del territorio peninsular. Y eso retrasará la llegada del invierno, el frío y la lluvia.
Noviembre en manga corta
Según la estación meteorológica española, la borrasca del Atlántico provocará una dorsal que afectará a buena parte del continente europeo. En especial la parte occidental, donde se encuentra España. Esta vendrá acompañada de vientos del sur, que aumentará aún más las temperaturas este otoño.
Estas consecuencias se notarán en Francia, donde se espera que los termómetros suban más allá de los treinta grados. En la península, solo Galicia y la cornisa cantábrica podrían librarse de la ola de calor que viene los próximos días. La peor situación se espera en las zonas del sur peninsular.
El valle del Guadalquivir se llevará la peor parte y se podría llegar hasta los 33 grados con facilidad. Por la noche se podrían superar los veinte grados, lo cual traerá de vuelta las noches tropicales que han predominado este verano. Parece que recibiremos el mes de noviembre en manga corta.
Preocupación en España
Tras el pequeño paréntesis de tiempo otoñal traído por las borrascas Armand y Béatrice, vuelve el calor a España. La AEMET anuncia un final de octubre con temperaturas excesivamente altas debido a la llegada de este “arreón térmico”. “La inestabilidad quedará limitada a la franja más occidental esta semana”, añade.
Este nuevo revés meteorológico tendrá consecuencias, como el empeoramiento de la falta de agua que tenemos en España. Las altas temperaturas y la falta de lluvia no harán más que agravar el problema de la sequía. Las recientes borrascas han paliado la situación, pero no lo suficiente.
Según las previsiones, tras el paso de esta nueva oleada de calor podría llegar el frío acompañado de abundantes lluvias. Hay una preocupación evidente en España por cómo podría afectar esta situación a la sequía del país. Pero inmediatamente después vendrá el problema del frío y los cortes de electricidad.