La autopsia de Olivia, la niña de 6 años asesinada por su propia madre el sábado en Gijón, confirma las principales sospechas. Los forenses hallaron en el cuerpo de la menor grandes cantidades de lorazepam, un ansiolítico. Según los resultados, la madre le dio el triple de una dosis letal de fármacos.
Los resultados preliminares de la autopsia permiten establecer una primera hipótesis sobre la muerte de la niña. Su madre habría preparado un cóctel mortal de barbitúricos, triturando las pastillas e introduciéndolas en una taza de cacao con leche. La autopsia no revela signos de muerte violenta.
Noemí, de 48 años, se ha negado a declarar ante el juez y ha sido enviada a la cárcel de manera provisional por riesgo de fuga. Por su lado, la familia de la pequeña ya conoce los resultados de la autopsia. Los abogados del padre ya están trabajando para solicitar la pena de prisión permanente revisable.
Una dosis letal de fármacos
Los forenses han hallado grandes cantidades de diazepam y también de Enantyum en una dosis menor. La presencia de estos sedantes en el pequeño cuerpo de la niña, que pesaba 20 kilos, resultaron letales. No cabe duda pues de la intención homicida de la madre, que ya había mostrado sus intenciones.
El día anterior había recibido la notificación para entregar la niña a su padre, tras la decisión del juez de retirarle la custodia. Noemí estaba en tratamiento psiquiátrico, le hacía la vida imposible a su exmarido y se había obsesionado con la niña. “Antes de dejarla con su padre la mato”, advirtió en un mensaje a su hermano.
El sábado perpetró su venganza en el piso de la avenida Gaspar García Laviana, donde vivían ella y su hija. La autopsia confirma que no la asfixió con las manos, sino que le dio a beber un cóctel mortal de fármacos. Luego esperó tumbada al lado del cadáver doce horas, hasta que llegó la policía.
Ejecutó el plan con frialdad
Los policías que han intervenido en este caso destacan la escalofriante frialdad de la madre desde el momento de su detención. Ayer se negó a declarar ante la jueza y ya se encuentra en prisión provisional. Está acusada de asesinato, y la familia paterna de la niña pedirá la prisión provisional sin fianza.
Según la autopsia, la madre proporcionó a su hija un componente del Orfidal mezclado con Enantyum. La madre tenía acceso a esta medicación ya que la compraba con prescripción médica en una farmacia cercana. La dosis actuó sobre la niña de manera letal, con unos efectos parecidos al coma etílico.
El examen forense también revela que la niña murió doce horas antes del hallazgo del cuerpo. Pero también apunta que la muerte no tuvo porque ser instantánea, si no que podría haberse alargado durante varios minutos. Cuando Noemí envió el mensaje a su hermano, Olivia ya estaba muerta.
La parricida ya está en la cárcel
La juez de instrucción considera que hay indicios más que suficientes para creer que Noemí mató a su hija para no tener que entregarla a su padre. Por eso ha dictado para ella prisión provisional, comunicada y sin fianza. Ayer por la tarde fue conducida al centro penitenciario de Asturias, donde permanece en el módulo de enfermería.
La autopsia apoya el informe de la Policía Nacional donde se recogen las pruebas halladas en el piso de Gijón. Encontraron envases vacíos de medicamentos y varias tabletas de Orfidal en la basura y en el dormitorio. La jueza ya tiene en sus manos el atestado, que cuenta con más de 250 páginas.
Solo queda por incorporar a la causa el informe ampliado de la autopsia y los resultados de los análisis toxicológicos. El informe recoge también los antecedentes del suceso, con las más de veinte denuncias de la madre hacia el padre. Y la larga batalla judicial de este para obtener la custodia de su hija.
El caso llega al Congreso de los Diputados
El abogado de la acusación particular ejercida por la familia paterna es Ignacio Blanco, abogado y presidente de Vox en Asturias. El caso se ha visto politizado desde un principio, especialmente por la formación ultraderechista. El caso llegó ayer al Congreso de los Diputados, con un cruce de acusaciones.
“Qué difícil tiene que ser callar ante el asesinato de un niña por su madre”, le reprochó la diputada de Vox María Ruíz a Irene Montero. Han criticado que la ministra de Igualdad haya tardado dos días en condenar el asesinato. La acusan de “callar y mirar hacia otro lado” porque la asesina es la madre y no el padre.
La ministra respondió de manera contundente y acusó a Vox de enfrentar a las víctimas. “Creo que hay pocas cosas más crueles que utilizar políticamente a la víctimas”, espetó. “Nosotros seguiremos haciendo políticas feministas mientras ustedes siembran el odio entre los españoles”, añadió Montero.