El suroeste de Australia está viviendo la peor tormenta de, al menos, los últimos 10 años. Así la han catalogado los meteorólogos del país, debido al fuerte impacto de los restos del ciclón tropical Mangga que está causando muchos daños y más de 50.000 hogares se han quedado sin suministro eléctrico, sin que consten, por ahora, daños personales.
Según la Oficina de Meteorología de Australia, la fuerte tormenta se considera un efecto del cambio climático y es fruto de la llegada de los restos de este potente ciclón tropical junto a un frente frío. Una combinación explosiva que no se vivía desde 2012. Los vientos han superado los 100 km/h, llegando a una racha de 132 km/h en el cabo de Leeuwin.
La caída de árboles o de partes de fachadas de viviendas son los incidentes más comunes que se están registrando, provocando en muchos casos el corte del suministro eléctrico. Las autoridades y los servicios de emergencia han hecho un llamamiento para que la población se quede en casa mientras dure la tormenta y alertas a bañistas y surfistas que se alejen de la costa por el fuerte oleaje. El temporal irá remitiendo a lo largo del lunes, pero las zonas de Mandurah, Bunbury, Busselton, Albany y Esperance aún recibirán el fuerte azote del ciclón.