Aunque solo tiene 15 años, el asesino de Ava White pasará el resto de sus días entre rejas. El 25 de noviembre de 2021, esta niña de 12 años fue brutalmente asesinada durante el tradicional encendido de las luces de Navidad en Liverpool. El autor de los hechos acabó confesando ante la policía.
El adolescente, con un problemático historial de mala conducta, ha sido condenado por un tribunal a cadena perpetua. Además de la confesión, todas las evidencias recabadas en la fase de instrucción señalan al asesino. Según la sentencia, tendrá que cumplir un mínimo de 15 años de cárcel.
El juicio por el asesinato de la niña Ava White ha durado dos semanas, y ha concluido con una sentencia culpatoria. Tras deliberar durante dos horas y ocho minutos, el jurado popular ha declarado al acusado culpable. Su abogada dijo que fue asesinada “cuando disfrutaba del mejor momento de su vida”.
Todo empezó por un vídeo
El 25 de noviembre de 2021, Ava White, de 12 años, salió con sus amigos para asistir al tradicional encendido de luces de Liverpool. A las 5 de la tarde se dirigieron a Church Street, la principal arteria comercial de la ciudad. Allí se cruzaron con cuatro chicos de entre 13 y 15 años.
Según la investigación, Ava empezó a jugar con sus amigos en el árbol de Navidad. Un grupo de jóvenes les grabaron con el móvil y subieron el vídeo a la red social Snapchat. Esto no gustó nada a la niña, que exigió que borraran los vídeos, empezando así una fatal discusión.
Durante la acalorada disputa, uno de los adolescentes sacó un cuchillo y apuñaló a la víctima en el cuello. La policía recibió el aviso a las 20:40 horas, y al llegar encontraron a un transeúnte intentando reanimar a la niña. Fue trasladada en estado crítico al hospital infantil, donde acabó muriendo.
Una pelea con final trágico
La policía detuvo a los sospechosos y el autor del crimen acabó confesando y llevó a los agentes hasta el arma homicida. Sin embargo, después cambió su versión y aseguró haber actuado en legítima defensa. Una versión que el jurado no se ha creído, ya que le han considerado culpable.
El juicio ha contado con el testimonio de un amigo de Ava, según el cual tomaron un poco de vodka y estaban jugando. De pronto vieron el flash de las cámaras y se dieron cuenta de que estaban siendo grabados. Fue entonces cuando pidieron que dejaran de grabar y borraran las imágenes.
Según este testimonio, el acusado y sus amigos se burlaron de la niña provocando que ésta corriera enfurecida hacia ellos. Las cámaras de seguridad de un Primark muestra a Ava empujando al agresor y a este retrocediendo. Luego levanta la mano empuñando un “objeto reflejante”.
Fue entonces cuando se produjo la agresión, ya que se ve al muchacho huyendo y a la niña llevándose las manos al cuello. Según los testigos, el adolescente sonrió después de apuñalar a la víctima. El acusado se deshizo del cuchillo y se quitó el abrigo que más tarde encontraron en un contenedor.
Satisfacción ante la sentencia
Tras el asesinato, los jóvenes fueron a una tienda, se tomaron un selfie y compraron comida para ir a casa de un amigo a jugar a la PlayStation. Más tarde serían arrestados, incluido el autor material del asesinato. Este mintió a la policía diciendo que no había estado en el centro y culpando a otro menor.
Los informes policiales dejan claro que el adolescente de 14 años era un chico conflictivo con antecedentes. Iba a un centro de educación especial y había protagonizado otros actos violentos con anterioridad. Aunque solo es un adolescente, ha recibido una condena ejemplar de cadena perpetua.
La familia de Ava White ha recibido la sentencia con satisfacción, aunque han reconocido que sus vidas nunca volverán a ser igual. Al menor tienen la seguridad de que el asesinato de su hija no quedará impune. El asesino tendrá 30 años cuando se revise su caso, y se decida qué hacer con él.